JUSTICIA

Un año y medio de cárcel por falsificar un contrato de trabajo para conseguir una indemnización

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Logró obtener 5.000 euros del Fogasa.

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La Audiencia Provincial ha condenado a un año y medio de prisión a un hombre que simuló haber sido contratado por una empresa, para, posteriormente, denunciarla y obtener una indemnización del Fogasa.

Según se explica en la sentencia, fechada el 14 de octubre y recogida por Europa Press, este hombre, con iniciales A.F.G. presentó en octubre de 2008 ante el Juzgado de lo Social número Tres de Santander una demanda en la que reclamaba una indemnización por parte de una empresa, de la que aseguró haber sido empleado entre septiembre y diciembre de 2007.

Para acreditarlo, en la tramitación del procedimiento presentó como prueba de su relación laboral un contrato de trabajo firmado, supuestamente por la administradora de la empresa.

Sin embargo, resultó que la firma no fue efectuada por la empleadora, que tampoco prestó su consentimiento a ese contrato, y la relación laboral tampoco resultó ser cierta, según la sentencia.

La Audiencia considera probado que la firma fue realizada "materialmente por Ángel o, a su instancia, por una tercera persona de quien se sirvió para tal finalidad".

El hombre simuló, con ese documento, una relación laboral "inexistente" en la que creyó el órgano judicial, que dictó una sentencia favorable por la que el Fogasa indemnizó a A.F.G. con casi 5.000 euros.

Una vez concedida la indemnización, el juzgado se puso en contacto con la empresa para recuperar la cantidad ya que ésta era responsable solidaria, siendo notificado a la responsable de la compañía el embargo de esa cantidad en julio de 2009.

Según relata la sentencia, "para culminar la apariencia" de esta relación laboral "inexistente", A.F.G. presentó ante la Consejería de Industria, Trabajo y Desarrollo Tecnológico dos documentos en demanda de solicitud de ayudas por contratación de 15 de septiembre de 2007.

En ellos, y al igual que el caso del contrato, había hecho constar la firma de la empleadora, "igualmente estampándola él o sirviéndose de tercero no identificado".

Por estos hechos, A.F.G. ha sido condenado a un año de cárcel como autor de un delito estafa procesal y a seis meses por otro de falsedad documental en concurso real, con atenuante de reparación del daño, ya que ha indemnizado a la empleadora.

Además, por cada uno de los delitos ha sido condenado a pagar una multa de 540 euros, lo que suma 1080.

Contra la presente sentencia cabe recurso de casación que debe resolver el Tribunal Supremo.