El Derecho entrevista a los candidatos a decano del Ilustre Colegio de Abogados de Madrid. Las elecciones serán el próximo día 13 de diciembre
Abogado unipersonal desde los años setenta, Manuel Valero se muestra orgulloso cuando señala que en breve se cumplen cuarenta años de recorrido profesional en su despacho madrileño. Adscrito al Turno de Oficio desde el inicio de su carrera, en 2009 fue nombrado Presidente de la Asociación de Letrados Por Un Turno de Oficio Digno (ALTODO) hasta el año 2013 en que dejó el cargo. Manuel Valero, es el actual Vicedecano y Tesorero en funciones del ICAM. ¿Por qué es candidato a decano del ICAM y qué alternativas propone a la actual opción de Sonia Gumpert? Me presento, primero, porque llevo colegiado más de 30 años y el Colegio forma parte de mi vida. Y en segundo lugar, porque el Colegio siempre ha sido dirigido por “sagas familiares” formadas por abogados de élite, siendo así desde D. Antonio Pedrol Rius (q.e.p.d.). Esto es muy curioso porque la verdadera “Gran Familia” del Colegio somos abogados modestos, unipersonales de pequeños y medianos despachos, además de los abogados de empresa “in house”. Esta fue la razón de haber llevado a cabo un pacto electoral con Sonia Gumpert que era una persona nueva, desconocida, con un programa renovador. También existía el temor de que el Turno de Oficio fuera privatizado. Sin embargo, y muy a mi pesar, en estos cinco años se han dejado de lado los verdaderos objetivos que siempre fueron dignificar la profesión, democratizar y dotar de transparencia al Colegio, y hacer partícipes a todos los colegiados de las decisiones de las Junta de Gobierno, motivarles para que participen en la Juntas Generales, además, por supuesto, de dignificar el Turno de Oficio y la prestación magnifica que realizan sus abogados. Lo único que he visto en el Colegio han sido gastos faraónicos y dispendios importantes con un gasto cercano a los 4 millones de euros en indemnizaciones. Yo estoy por una gestión de tesorería racional y optimizada, que pueda emplear los recursos disponibles en dar servicios a los 77.000 abogados que formamos el Colegio, además de mejorar y rentabilizar las infraestructuras con las que contamos. El tipo de Colegio que pretende nuestra candidatura es que sea realmente la Casa de y para todos los abogados, lo que está por realizar. ¿Quiénes forman parte y porqué se integran en su equipo, a quién destacaría y por qué.? A partir de mis posiciones críticas y objetoras en la Junta de Gobierno fui reuniendo en torno a mi modesta persona una serie de compañeras y compañeros. Nuestra candidatura tiene una edad media de la candidatura en torno a los 50 años, todos somos veteranos en la profesión, abogadas y abogados modestos de despachos unipersonales. De los 14, 12 estamos adscritos al Turno de Oficio y somos una candidatura paritaria, 7 hombres y 7 mujeres, puesto que la igualdad es un objetivo social que considero prioritario.
¿Qué tipo de abogados les debería votar? Nos debería votar el 80 %, ya que formamos parte de esa “Gran Familia” a la que me he referido antes. Paradójicamente representantes de esa mayoría profesional nunca ha dirigido nunca el Colegio y ya es hora. Por más, nosotros somos la representación del abogado del Turno de Oficio. En general, representamos de los abogados de siempre, a los de toda la vida, aquellos que tienen una relación muy cercana con el cliente, que va mucho más allá de una relación puramente mercantil. También modestamente creo que representamos ese otro 20 por ciento por que el programa que tenemos tiene como objetivo devolver el Colegio a los colegiados, hacerlo democrático, participativo y transparente, ya que vamos a atender a todos los segmentos de la abogacía e integrarlos. La asignatura pendiente del Colegio es la democratización en la gestión y participación. Queremos conocer sus principales propuestas ¿Con cuáles pretenden devolver el colegio a los colegiados y democratizarlo? Democratizar el Colegio, dotarlo de transparencia e integrar la participación al colegiado, se traducirá en una reforma a fondo de sus estatutos que incluye el tema del proceso electoral. Actualmente no se sabe cuándo empieza la campaña electoral, cuando termina o si hay o no un día de reflexión, garantías en orden a la igualdad de oportunidades y limpieza, además hoy sólo se puede votar en un único colegio electoral, lo cual facilita poco la participación a los colegiados. La gestión que queremos es una gestión en la que participemos todos. Es decir que no haya nada que sea opaco. Que el orden del día de una Junta de Gobierno sea público dando posibilidades de que los propios colegiados formulen propuestas que se discutan en la propia Junta, integrándolos en la gestión de los acuerdos aprobados y formando comisiones consultivas de colegiados. Actualmente, hay un diputado en cada departamento y en cada departamento una comisión de diputados, comisiones que apenas funcionan. Yo formaba parte de la Comisión de Asistencia Jurídica Gratuita y Turno de Oficio y nunca me llamaron para una reunión. Tampoco tengo constancia de que la Comisión de Arbitraje se haya reunido. Esas Comisiones funcionaban de forma que un diputado hacía lo que creía conveniente. Nuestra idea es que en cada Comisión habrá un diputado responsable de departamento pero a la vez, vamos a integrar a representantes de colegiados y asociaciones de abogados para que la gestión sea transparente y participativa. Otra de las carencias es que no se ha hecho un estudio sectorial para conocer exactamente las problemáticas y necesidades de cada sector profesional. Además, es considerable el divorcio entre los colegiados y la Junta de Gobierno, en realidad, la indiferencia y apatía con su Colegio. A las Juntas Ordinarias o extraordinarias vienen 25 o 50 abogados y el resto son empleados, por lo que la votación se gana por el voto delegado. Esto significa subvertir el procedimiento democrático. Nosotros queremos la activa y comprometida participación del colegiado, saber sus necesidades y sus problemas en el sector que está y crear los servicios necesarios para que todos los colegiados estén satisfechos, que puedan llegar a decir que pagan una cuota, pero que les resulta rentable porque reciben muchas ventajas. "El Icam ha derrochado alrededor de 7 millones de euros"
Estos años entre despidos improcedentes, el retraso en trasvasar el servicio médico y multas, se han derrochado alrededor de 7 millones de euros. En cuanto a las cuotas, vamos a realizar una bajada progresiva y lineal de las mismas. Actualmente, hay cuatro años en los que los nuevos colegiados tiene cuota reducida, pero con nosotros los dos primeros años serán sin cuota, conservando las deducciones que ya existen dos años más. A partir de los 75 no se cobrará cuota al colegiado. Queremos hacer una economía colegial que optimice los recursos del Colegio. Evidentemente el Colegio tiene unos recursos humanos importantes pero no están optimizados en su potencial y capacitación. Por otra parte, si somos 77.000 abogados, por qué hay que pedir un informe, dictamen, estudio externo si tenemos compañeros capacitados para que lo hagan para el Colegio a un precio razonable. Somos el Colegio de abogados más importante de España y Europa. La formación para abogados forma parte de su programa. ¿Contempla algún tipo de formación en nuevas tecnologías? ¿Formación para nuevos colegiados o formación de reciclaje? Queremos que el Centro de Estudios se convierta en la mejor Universidad europea, con igual prestigio y preponderancia que la Corte de Arbitraje o el Servicio de Mediación. Tenemos capacidad para hacer todo tipo de cursos, de Master y de formación continua, cursos on line, etc, con profesores internos y externos. Además queremos crear un Consejo Consultivo formado por abogados prestigiosos, cuya aportación de experiencia debe aprovecharse para una mejor gestión colegial. Y en cuanto al tema de los jóvenes. ¿qué se ha planteado? Para nosotros el tema de los jóvenes es fundamental. Y es fundamental en el sentido de que debemos proteger la iniciación en la profesión. Primero desde el punto de vista formativo, haciendo cursos gratuitos o con precios más económicos y, segundo, apoyando a los abogados en el establecimiento del despacho con préstamos de iniciación sin interés. Otros problemas que nos preocupan son, por un lado, la Bolsa del Trabajo del Colegio en orden a evitar abusos y “esclavitudes”, y, por otro, el tema de los abogados de empresa, para los que crearemos su propia sección para conocer sus necesidades. Tampoco nos podemos olvidar de nuestros mayores que han quedado totalmente desprotegidos como consecuencia de una subida disparatada de su cuota en MUSA, debido a una mala administración, a pesar de que estaban subvencionados por el Colegio los dos primeros años para los jóvenes y para los mayores de 50 años. Han doblado cuotas y no tienen la alternativa, por su edad, para cambiarse a otra compañía sanitaria. Esto es un tema que hay que vamos atender con especial sensibilidad porque nosotros fuimos los titulares del servicio médico que se traspasó. Luego hay situaciones que no se conocen y con las que debemos ser también muy sensibles, por ejemplo, la crisis ha afectado muchísimo a nuestro sector y tendremos que valorar la asignación de recursos a los compañeros más afectados. Importantísima es para nosotros la conciliación familiar. Vamos a hacer una guardería en el ICAM de la que ya contamos con un proyecto. Primordial consideramos la cultura, pilar básico para alcanzar una sociedad avanzada y por ello inauguraremos el Museo de la Historia del ICAM, con nuestras joyas bibliográficas, que estará a disposición de estudiantes de Derecho y para escolares. También crearemos los Premios ICAM de investigación jurídica, artísticos y literarios. ¿Cómo le gustaría que fuera la relación entre Consejo General de la Abogacía? Queremos recuperar la voz fuerte del abogado en defensa de las instituciones y del Estado de Derecho y en defensa de la profesión. Cualquier proyecto o anteproyecto de ley pensamos que se nos debiera consultar, mucho más los proyectos de ley que afectan a la profesión. Queremos que el Colegio tengo voz pública fuerte. El Consejo General de la Abogacía es un organismo burocratizado, a mi modesto modo de ver, influenciado con múltiples presiones y carencias. En cuanto al Turno de Oficio ¿cuál es su propuesta? Queremos dignificar la figura del Abogado de Oficio. El Turno de Oficio es una labor social ineludible. Vamos a crear la figura del Defensor del Abogado, que será una figura prestigiosa, firme y con experiencia que lo defienda en todos los ámbitos. Además, los precios de los baremos deben ser iguales en todas las CCAA, así como el período de cobro. Respecto a la Mediación, ¿cuales son las direrencias que distinguen su candidatura? La mediación es un proyecto todavía recién nacido, no existe una cultura de mediación en la sociedad y, al no existir, la demanda es muy pequeña. Con el tiempo se supone que en este país se equiparará con el mundo anglosajón, donde la mediación es muy demandada. No obstante, pretendemos prestar especial atención a este servicio colegial. En cuanto al arbitraje, nosotros tenemos una Corte de Arbitraje fundada en tiempo de Antonio Hernández Gil, pero sus arbitrajes han ido disminuyendo porque se juntan muchos intereses. Aunque tenemos un acuerdo con la Comunidad de Madrid que es quien mantiene la Corte de Arbitraje, los arbitrajes existentes son de muy poca cuantía económica. Hasta hace poco los arbitrajes que entraban de importante cuantía se externalizaban fuera de la Corte. En el año 2015 hubo 36 y en el 2016 ha bajado a 16. Mejorar y potenciarla es uno de los puntos fuertes de nuestro programa.