Según aparece reflejado en el informe del INE, el coste neto que tuvieron que pagar las empresas por cada trabajador ascendió a 30.311,19 euros en 2016, un 1,1% menos que en el año precedente. Si se tienen en cuenta las subvenciones y deducciones públicas, que ascendieron a 217 euros, el coste bruto por trabajador alcanzó los 30.528,2 euros el año pasado, con un retroceso anual del 1,1% respecto al ejercicio 2015.
El 74,6% del coste bruto lo constituyeron sueldos y salarios, mientras que las cotizaciones a la Seguridad Social, que ascendieron a 7.056,87 euros por trabajador, representaron el 23,1% del total. De este modo, salarios y cotizaciones supusieron el 97,7% del coste bruto.
Beneficios sociales
Además de estas partidas, 267,6 euros anuales se destinaron a beneficios sociales por trabajador (cotizaciones voluntarias a seguros y planes de pensiones, prestaciones complementarias a la Seguridad Social, etc.); 123,1 euros a otros gastos derivados del trabajo (indemnizaciones por fin de contrato, ropa de trabajo, transporte, etc.); 218,6 euros a indemnizaciones por despido, y 90,89 euros a formación profesional.
De todos los centros de trabajo consultados por el INE para la realización de esta encuesta, el 94,6% de ellos, representativos del 88,2% de los trabajadores, regulaban en 2016 sus condiciones laborales mediante convenio colectivo, la mayoría (el 66,7%) de ámbito inferior al estatal (sectorial, autonómico, provincial, etc.).
El 1,8% de los centros de trabajo con convenio, representativos del 4,1% de los trabajadores, vieron modificadas sus condiciones de trabajo durante el año pasado, porcentajes inferiores a los de 2015. El 0,9% de las empresas con convenio modificaron sólo el régimen salarial.
Según Estadística, el coste laboral neto más alto se registró en 2016 en los centros regulados mediante otra forma distinta al del convenio colectivo (37.096,3 anuales), seguido de los centros con convenio de empresa (36.178,5 euros anuales); los que tienen convenios estatales (29.807 euros), y de los que cuentan con un convenio de ámbito inferior al estatal (25.266,4 euros).
Datos por sectores
Por sectores, la industria registró el mayor coste neto por trabajador en 2016, con 36.617,04 euros, lo que supone un aumento interanual del 0,1%. Los costes no salariales de la industria descendieron el año pasado un 0,7%, mientras que los salarios aumentaron un 0,3%, hasta los 27.214,9 euros.
El sector de la construcción experimentó un retroceso del coste neto del 2,1% debido a la caída en un 3,7% de los costes no salariales y del retroceso en un 1,5% del sueldo pagado por este sector, que se situó en 22.263,7 euros anuales.
Por su parte, el sector servicios experimentó una disminución del coste neto por profesional del 1,2%. Ello se explica por el descenso de los salarios del sector en un 0,4%, hasta los 21.981,6 euros, y por la bajada de los costes no salariales en un 3,6%.
De hecho, las actividades de energía, pero también las de finanzas, destacaron por ser las que mayores sueldos y salarios pagaron a sus trabajadores y las que asumieron un mayor coste en beneficios sociales para sus empleados.
Las industrias extractivas y las actividades financieras, por su parte, presentaron los mayores gastos derivados del trabajo y también en indemnizaciones por despido. Por contra, la Administración Pública y las actividades sanitarias tuvieron unos gastosen concepto de despidos "muy inferiores" a la media.
El suministro de energía eléctrica y las industrias extractivas son las actividades que más invierten en formación, mientras que hostelería y Administración Pública son las que menos gastan en esta materia.
En 2016, las empresas de mayor tamaño (200 y más empleados) pagaron mayores sueldos por trabajador que las empresas pequeñas (menos de 50 empleados) y medianas (de 50 a 199 asalariados). En concreto, las grandes empresas abonaron en sueldos y salarios un total de 28.377,9 euros anuales por trabajador, frente a los 18.314,5 euros de las pequeñas y a los 24.578,9 euros de las medianas.