Blockchain

Blockchain, ¿será la infraestructura de un nuevo mercado global descentralizado y automatizado?

Tribuna
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En  2018 hemos asistido a la  disrupción “Blockchain” focalizada en las criptomonedas, pero, en líneas generales, no se piensa en que está tecnología pueda ir  más allá, y mucho menos  que Blockchain pueda suponer una revolución en el mercado internacional de bienes como las materias primas por citar un ejemplo.  En una reciente nota de prensa difundida por Reuters el 20 de septiembre de 2018, se señala que un grupo de importantes bancos internacionales, firmas comerciales y energéticas han lanzado Komgo, una nueva plataforma basada en Blockchain para la comercialización de productos básicos que van desde productos petroleros hasta alimentos.  La empresa ConsenSys fue la encargada de desarrollar la plataforma utilizando la tecnología Blockchain (Ethereum). Komgo SA, domiciliada en Ginebra (Suiza), será la principal administradora de esta la herramienta que funcionará antes de que culmine este año.

La pregunta es ¿por qué tecnología Blockchain?.

Blockchain es un nuevo Internet que replantea, cómo contratamos, intercambiamos mercancías y, por lo tanto, pagamos y financiamos, compensamos y liquidamos operaciones, registramos y depositamos valores y en qué o quién podemos confiar para ello. Y cuál será el nuevo soporte de las unidades de valor y quién lo avalará. Lo cual no es inmutable a lo largo de nuestra historia pues la economía nos dirá qué bienes muebles son lo más idóneos para funcionar como depósitos de valor, la tecnología cómo acreditamos su autenticidad y evitamos el conocido como “doble gasto” y, en determinadas épocas, el Derecho nos dirá cuáles de ellos son “de curso legal”.

La eficiencia de la tecnología Blockchain hace pensar que será adoptada y generalizada en la nueva economía, y que debamos estar preparados desde la técnica jurídica y económica para dar respuesta a los nuevos retos que plantea. Señala la citada nota de prensa que “como un libro de contabilidad de alta tecnología, la plataforma “Blockchain” utiliza una base de datos compartida que se actualiza en tiempo real y puede procesar y liquidar transacciones en minutos sin necesidad de una verificación de terceros”. Será posible,pues, la inclusión financiera, los micropagos y los intercambios de valor igual-a-igual, de forma casi instantánea., y será posible eliminar paulatinamente la intermediación bancaria en su sentido clásico, sin que por ello se pierda la seguridad y confianza en el Sistema de Pagos. Aflorarán grandes flujos de comercio, de clientes que no tiene acceso a cuentas bancarias.

La esencia de los nuevos negocios dependerá de la  “tokenización” de activos, físicos o no,   (es decir, tratándolos como una ficha digital en Blockchain).  Previsiblemente habrá una extensión del Internet de las Cosas (IoT por sus siglas en  inglés), unido a la  Inteligencia artificial(IA por sus  siglas  en  inglés), y sobre la base de Blockchain, generarán una  consecuente  generación  de  multitud  de micropagos, así  como  el retroceso global del uso del efectivo. Esencialmente, porque la tecnología permitirá simplificar los movimientos de dinero “de curso legal”, con tiempos muy reducidos, e igualmente, de activos, dinero “privado” (criptomonedas) y valores financieros, de forma barata y transparente.

La descentralización del registro de los activos con valor significará una nueva revolución global, una manifestación más de nuestro sistema capitalista y su capacidad de “auto reparación”. Lo que nos trae la tecnológica Blockchain, es una economía más inclusiva, un nuevo capitalismo tecnológico asentado sobre la base de nuevos modelos de financiación y de organizaciones empresariales descentralizadas más flexibles y cooperativas, que se sumará al existente, como una nueva capa, es decir, al capitalismo industrial, que, a su vez fue completado por el financiero.

Además de ser una base de datos distribuida, Blockchain también puede trabajar con Smart Contracts. Los contratos inteligentes son programas de Software automatizados “if / then” (si ocurre algo / se presente como consecuencia algo) que se ejecutan automáticamente. Lo realmente nuevo, que aporta Blockchain, es que cuando los Smart Contracts se ejecutan en una base de datos distribuida, pueden automatizar amplias franjas de servicios-públicos y privados-, y mercados. Intercambio de servicios y recursos conducirá a la creación de un mercado entre dispositivos (IoT), que nos permitirá automatizar, de manera criptográficamente verificable (Blockchain), varios flujos de trabajo existentes que requieren mucho tiempo.

Ello sugiere un amplio abanico de aplicaciones de Blockchain a nivel más “micro” en el ámbito mercantil, como podría ser, entre otros, los registros descentralizados de valores. No podemos dejar de mencionar el anuncio el 25 de junio de 2018 que realizó  de las exitosas pruebas que la CNMV, BME y seis bancos están realizando del uso de Blockchain para simplificar el registro de emisiones warrants.

Otro tanto está sucediendo en los mercados internacionales, donde la combinación de las criptomonedas,  con los Smart Contracts o contratos inteligentes,  podrían por ejemplo activar pagos cuando un contenedor llegue a la ubicación pactada desbloqueando el dispositivo que traba la mercancía (IoT). El resultado más palpable se circunscribe en “la eliminación del riesgo de contraparte”, y, especialmente, en el ámbito de la ejecución del contrato con todas las eventualidades cubiertas, de manera que si todas las partes entregan lo acordado, no existirá posibilidad de incumplimiento.

Además los productos y servicios que distribuyen en mercados que utilizan la arquitectura Blockchain mejoran la transparencia de los procesos, y disminuyen las posibilidades de fraudes, y ello porque la trazabilidad de las materias primas y el control sobre su origen, itinerario comercial y qué controles se les han realizado, proporciona una “huella digital” a las mercancías que, ayudando a proteger la propiedad intelectual, imprime total confianza y un intercambio de información crítica en tiempo real, de manera gratuita, instantánea y garantizada de por vida.

Por lo señalado es más que previsible que la estructura del mercado, y los tradicionales mecanismos de determinación de los precios, pueden verse alterados, y que la competencia en términos generales y globales, se incremente considerablemente, al liberalizarse, en cierta forma sectores que hasta escasas fechas eran monopolizados por los tradicionales intermediarios, y por los más recientes surgidos al calor de la mal llamada economía colaborativa. Estamos a tiempo de preparar nuestras empresas para su  adaptación al nuevo mercado que surge de la llamada cuarta revolución industrial, pero no disponemos de demasiado margen, debemos empezar a prepararlas ya si no queremos quedarnos fuera del circuito internacional del comercio.

 


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