Lefebvre, compañía líder en información para asesores y profesionales jurídicos, analiza en el evento virtual “El asesor fiscal en tiempos del COVID-19” dos de las tendencias que van a marcar el futuro profesional y la función del asesor tributario: el compliance tributario y la certificación del asesor tributario como profesional acreditado para realizar la función fiscal en las empresas. De la mano de Javier Martín y Jesús Rodríguez Márquez, socio director y socio responsable de la práctica Tributaria, respectivamente, del despacho Ideo Legal; el Instituto de Estudios Bursátiles y la certificadora Compliance Certifica, la editorial jurídica ha repasado las cuestiones clave para desarrollar estas dos actividades, tanto a nivel particular como en su aplicación para las empresas.
¿Por qué una empresa debe dotarse de un compliance tributario?
Durante la primera mesa redonda de la jornada, Javier Martín exponía los puntos clave de la certificación en la profesión del asesor fiscal, entre cuyas funciones principales se encuentran la prevención del fraude fiscal y el asesoramiento a las empresas en sus obligaciones tributarias. Para Martín, “en la sociedad española hay un número importante de profesionales que están intentando encontrar un hueco en el mercado, pero falta reconocimiento al papel del asesor fiscal”. Por su parte, Jesús Rodríguez Márquez, señalaba que “la razón principal de dotar a la empresa de un compliance es que mejora enormemente la parte fiscal de la empresa ya que implementándolo puede exonerarse de una responsabilidad tributaria ante posibles ilícitos tributarios”.
Centinela Tributario: una solución imprescindible. Todos los ponentes que han participado en la jornada han coincidido en que la dotación de un compliance tributario favorece la función fiscal de la empresa y de ahí la importancia de herramientas como la solución de Lefebvre, Centinela Tributario. Este software de gestión para implantar un sistema de Compliance tributario adaptado a la UNE 19602, permite prevenir y minimizar los riesgos tributarios de una empresa además de ofrecer herramientas indispensables para crear mecanismos de detección y procesos que eviten estos riesgos señalando su probabilidad e impacto, así como las pautas de conducta para los distintos supuestos. Según Víctor Martínez, jefe de Mercado de Lefebvre, la solución “además permite al asesor fiscal tener un mejor conocimiento de su cliente y le ayuda a implementar mejoras en el funcionamiento fiscal de la organización. Siendo una cuestión muy complicada y sujeta a numerosas variables, somos capaces de realizar todo este proceso de implantación y control de una manera muy intuitiva para el asesor, al que además facilitamos herramientas y recursos como los mapas de riesgos que lo simplifican todo al extremo”.
La certificación del profesional como Asesor fiscal y Responsable de Buenas Prácticas Tributarias
El mercado y las organizaciones públicas y privadas demandan actualmente expertos con competencias plenas y debidamente acreditadas, que permitan cualificar las capacidades profesionales del asesor tributario desde diferentes puntos de vista. En ese sentido, Compliance Certifica se ha convertido en la primera compañía certificadora de personas y, avalada por ENAC, ha comenzado a certificar la función del asesor fiscal conforme a la UNE-EN ISO/IEC 17024. Esta certificación se alcanza con la validación de una serie de requisitos profesionales y académicos y la superación de un examen en el que, quien se enfrente a la prueba, debe demostrar conocimientos específicos en Derecho Tributario, contabilidad y cuestiones administrativas. Además, en este examen se debe superar una prueba de conocimiento sobre doctrina administrativa y jurisprudencia.
Lefebvre ha creado la herramienta formativa Quid Asesor Fiscal y Quid Buenas Prácticas Tributarias que, en combinación con Memento Asesor Fiscal y una dinámica de juego y gamificación del aprendizaje, prepara a los profesionales para afrontar el examen necesario y obtener la certificación. El examen oficial para poder certificarse se compone de 100 preguntas, de las cuales hay que superar un 75%. Para prepararlo concienzudamente Lefebvre incorpora en su aplicación un simulador del examen de más de 1.000 preguntas que se relacionan con el Derecho Tributario General, Sistema Tributario, Contabilidad y cuestiones administrativas.