La Asociación como defensora incansable de los derechos de las mujeres, reconocemos este aniversario como una oportunidad para valorar los logros alcanzados, pero también para señalar los desafíos pendientes que aún requieren atención prioritaria y urgente.
La Ley Orgánica 1/2004 fue aprobada por unanimidad en el Congreso de los Diputados, un hito que reflejó el consenso político e institucional para combatir la violencia de género como una cuestión de derechos humanos. Esta normativa fue pionera a nivel mundial y europeo, articulando un enfoque integral que incluyó medidas judiciales, sociales, educativas y de prevención. En estos 20 años, se han logrado avances significativos, entre ellos:
• La creación de juzgados específicos de violencia sobre la mujer, que han permitido una atención más especializada y eficiente a las víctimas.
• El desarrollo de recursos de apoyo y protección, como las órdenes de protección inmediatas, casas de acogida y servicios de atención integral.
• Campañas de sensibilización y educación en igualdad, que han contribuido a visibilizar la violencia de género como un problema estructural y no privado.
• El avance legislativo continuo, con reformas como el Pacto de Estado contra la Violencia de Género, que amplió las formas de violencia reconocidas y mejoró la coordinación institucional.
A pesar de estos logros, la Asociación de Mujeres Juristas Themis alerta sobre las insuficiencias y retos que persisten:
• Ampliación del alcance de la ley: la violencia de género no se limita al ámbito de la pareja o expareja. Es fundamental abordar de manera efectiva otras formas de violencia, como la violencia económica, vicaria, la trata, la mutilación genital femenina o el acoso laboral.
• Equidad territorial: existen disparidades significativas en la implementación de los recursos y servicios según la Comunidad Autónoma o localidad. Es urgente garantizar una cobertura homogénea en todo el territorio.
• Atención a colectivos especialmente vulnerables: mujeres mayores, con discapacidad, migrantes o en situación administrativa irregular enfrentan barreras adicionales que deben ser eliminadas.
• Educación y prevención temprana: los patrones machistas y las actitudes normalizadoras de la violencia aún están presentes. Es crucial invertir en programas educativos desde edades tempranas para erradicarlos.
• Inversión sostenida: los recortes presupuestarios y la falta de personal especializado comprometen la eficacia de las medidas previstas por la ley.