De acuerdo con la encuesta, el 62,5% apoya que se regule la contratación indefinida para las Empresas de Trabajo Temporal (ETT); y el 62% está a favor de que se limite a un 15% los contratos temporales en plantilla, en sectores específicos.
El estudio refleja, no obstante, el bajo conocimiento sobre esta reforma que actualmente negocia el Gobierno con los agentes sociales para tenerla aprobada antes de que finalice el año, de acuerdo con el compromiso adquirido con Bruselas en el Plan de Recuperación.
En concreto, el 7% de la población activa afirma estar muy informada sobre los principales aspectos de la reforma laboral, mientras que el 43% dice estar algo informada y el 51% restante reconoce estarlo poco.
En este sentido, el segmento de edad más joven (16-24 años) es el que mayor conocimiento declara (el 64% está informado al menos en parte), mientras que el segmento con mayor desconocimiento sobre las medidas de la reforma laboral es el de 35 a 44 años (casi 6 de cada 10 declaran tener poco o ningún conocimiento sobre ella).
Pros y contras de la reforma laboral
Al ser preguntados sobre qué medidas de la reforma laboral supondrán una mejora real para el mercado, el 48% de la población activa cree que la aplicación de ésta reducirá el uso fraudulento de determinados contratos de trabajo. Del mismo modo, un 44% indica que mejorará la protección laboral de los empleados y reducirá la temporalidad laboral. Finalmente, un 42% de los encuestados afirma que dificultará el despido y mejorará las condiciones de los trabajadores de subcontratas.
Por el contrario, el 31% de la población activa piensa que aumentará el pago en 'B' de los trabajadores, y un 29% asegura que aumentará la carga de trabajo de los empleados y dificultará la contratación.
Los autónomos, los más reacios a la reforma
Finalmente, la encuesta muestra que existen diferencias importantes según la situación laboral de los encuestados. Quienes tienen un contrato indefinido perciben menos repercusiones negativas derivadas de la reforma.
En cambio, los autónomos consideran que habrá más consecuencias negativas, ya que anticipan que habrá un aumento de la carga de trabajo (42% frente al 25% de los profesionales con contrato indefinido), dificultades de contratación (42% frente al 27% de los empleados con contrato indefinido y el 29% de los que trabajan actualmente de forma temporal), un aumento del cierre de empresas (40%), una reducción de la oferta de mano de obra (42%) y la destrucción de empleo (40%).