Se aprecia una notable moderación de las tasas de crecimiento en las ventas tras superase el efecto base que produjeron los meses de confinamiento estricto del pasado año, mientras que el número de perceptores se va acercando a las cifras anteriores a la irrupción de la pandemia, pero en julio todavía estaba un 1,3% por debajo de la cifra que se registraba en el mismo mes de 2019.
En cuanto al incremento del rendimiento bruto medio, igual que sucedió el mes pasado, está virtualmente estancado. Las principales razones de esta brusca desaceleración son el cambio que se produjo en la composición sectorial del empleo en 2020 (y su progresiva normalización en este año) y el efecto ya señalado de la mala situación de algunas actividades, según apunta la Agencia Tributaria.
Ligero aumento de las ventas interiores y las exportaciones
En el caso de las ventas interiores, sus cifras aumentaron en julio un 1,2%, con una trayectoria similar a la de las ventas totales. Si se compara con 2019, el índice medio de las ventas interiores en el periodo enero-julio continuó un 5% por debajo.
Por destinos, tanto en las ventas de bienes y servicios de consumo como las de capital se anotaron descensos. Hay que tener en cuenta que la recuperación del consumo, especialmente en bienes, se produjo muy rápido tras el confinamiento estricto y eso se refleja en estos nuevos datos. Dentro de las ventas de capital, sufrieron retrocesos los dos componentes.
De su lado, las exportaciones experimentaron un incremento en julio del 1%, aunque con un notable descenso las dirigidas a la UE (-5,8%). En este punto, la Agencia Tributaria recuerda la influencia que tiene en estas exportaciones a la UE la fabricación de material de transporte, actividad afectada por los problemas en los suministros que se observan a nivel mundial. Comparando con 2019, los niveles hasta julio son todavía un 8% inferiores a los de entonces.