“En la asamblea de la IBA les pregunté por los temas que no les dejan dormir. Y la respuesta fue unánime: la Inteligencia Artificial”, afirmó Arpón de Mendívil en la presentación de la Agenda Legal de la IBA, que recoge los desafíos jurídicos más apremiantes para los próximos cinco años (2023-2028).
“La gran preocupación es la divergencia de regulaciones”, explicó Arpón, señalando que la IBA, consciente de que es imposible alcanzar una convergencia, va a establecer “unos principios comunes que deberían estar en todas las legislaciones”.
La presidenta de la IBA -la mayor asociación mundial del sector legal, con más de 80.000 abogados y más de 190 colegios de abogados de 175 países- hizo referencia también a los cambios que esta nueva tecnología traerá al ejercicio de la profesión: cambios en la fórmula de negocio, en la facturación, en la manera de trabajar… Y también a las cuestiones deontológicas como las cautelas sobre la veracidad, la transparencia o la privacidad.
La Agenda Legal de la IBA también incluye los criterios ESG, la aceptación de asuntos o clientes que pueden suponer un riesgo reputacional, la atracción y retención de talento, la mejora de la percepción social de la profesión, la divergencia de regulaciones para ejercerla en las distintas jurisdicciones y el papel de los abogados en la defensa del Estado de Derecho.
En relación a la percepción social de la abogacía, Arpón lamentó que “a pesar de todas las aportaciones de la abogacía a la sociedad, los estereotipos dan una nota oscura de la profesión”. Y contó que la IBA está realizando una encuesta a nivel mundial sobre esa percepción social así como un estudio para cuantificar las aportaciones de la abogacía a la sociedad. “Cuantificando qué aporta exactamente la abogacía, va a mejorar la percepción”, aseguró.