El informe recoge la evolución de los principales datos de la I+D y la innovación en España durante la segunda década del siglo XXI. Estos datos definen la posición actual del país y marcan las tendencias de los próximos años. Esta posición se ve afectada en la actualidad por el estado de alarma decretado por la crisis sanitaria del coronavirus, lo que provoca un shock global de graves consecuencias económicas, sociales y políticas, que obligará al replanteamiento de las prioridades, las estrategias y los planes previsto para los próximos años. Según los datos del informe, España tiene importantes carencias en muchos de los ámbitos relacionados con la innovación y la investigación. En 2018, la inversión en I+D aumentó por cuarto año consecutivo, incrementando también su peso en la estructura productiva hasta el 1,24% del PIB. Sin embargo, esta cifra es muy inferior a la del 1,40% que se alcanzó en 2010 y que es el valor máximo logrado en lo que va de siglo. Aunque la tendencia es positiva, los niveles de inversión en I+D están muy alejados de lo que correspondería al país por su potencial económico y le sitúan lejos de la media europea.
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