La Corporación profesional celebra una ceremonia de Jura o Promesa en la que los ya letrados han formalizado su ingreso en la profesión

La Abogacía granadina se refuerza con la incorporación de nuevos colegiados

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El Colegio de Abogados de Granada nutre sus filas con nuevos miembros tras la celebración de la solemne ceremonia de Jura o Promesa en la que los ya letrados han formalizado públicamente su compromiso con la profesión y su inclusión en una institución centenaria con más de cinco siglos de historia a sus espaldas.

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Durante el acto de ingreso, los catorce jurantes y promitentes, ataviados con sus togas, han recorrido el pasillo del Salón de Actos de la sede de Santa Ana para, a continuación, pronunciar, acompañados por sus padrinos y respaldados por familiares y amigos, la fórmula por la que han ingresado en las filas de la abogacía: “Cumplir fielmente las obligaciones de la profesión de abogado, guardar lealtad al Rey, acatar la Constitución y cumplir el resto del ordenamiento jurídico, así como las normas deontológicas por las que se rige la Abogacía Española”.

Y lo han hecho precisamente en el tercer colegio de abogados más antiguo de España, asumiendo con ello la obligación de “acrecentar el ingente acervo jurídico, social y cultural” que la institución acumula, según les ha recordado el decano, Leandro Cabrera, acompañado en el acto por los colegiados de honor Javier López y García de la Serrana y Fernando Mir Gómez, así como los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio. “Acabáis de formular solemne juramento o promesa; si lo cumplís, honraréis a vuestra profesión y vuestro Colegio; en caso contrario, ambos os lo demandarán”, ha asegurado.

En su intervención, el máximo representante de la Abogacía granadina ha trasladado a los nuevos colegiados la importancia de que sigan su vocación, pues es el motor interno que les garantizará el éxito; de que sean valientes y asuman retos y riesgos, evitando caer en el círculo de confort; y de que trabajen con excelencia y comportamiento ético, ya que hay principios y valores que deberían ser insustituibles. “La Deontología es la imagen de la abogacía”, ha recordado Cabrera, compeliendo a los letrados a respetar sus principios para que, al mirarse al espejo, puedan reconocerse “sin pudor”.

También se ha referido a las oportunidades que abren hoy día las nuevas tecnologías y el mundo digital. “Esto ciertamente se presenta como una amenaza, pero también como una fuente de oportunidades”, ha comentado Cabrera, que ha no ha dejado pasar la ocasión para invitar a los nuevos integrantes del colectivo profesional a participar de la vida colegial y disfrutar de una profesión “dura peor atrayente y atractiva; difícil, pero libre e independiente; de largo recorrido, pero apasionante”.