En el «Congreso Fiscal 2021» destacados ponentes de la Administración Pública, empresas y despachos de abogados analizarán la fiscalidad nacional en un año de transición del sector.

La adaptación tecnológica, el conocimiento normativo y el «compliance» fiscal, los principales retos para los asesores tributarios

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Empresarios, expertos en fiscalidad y docentes coinciden afirmando que los asesores deberán adoptar la aplicación rigurosa de las nuevas tecnologías a su sector además de conocer la adaptación de las normas fiscales a la globalización de la economía y profundizar en herramientas de cumplimiento para minimizar los riesgos tributarios.

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Durante este año la complicada situación económica provocada por la pandemia, las necesidades empresariales de asesoramiento para prevenir futuras insolvencias y el conocimiento exhaustivo de la adaptación normativa post covid trazan un escenario distinto con nuevos retos y con la necesidad de nuevas palancas para el asesor tributario y fiscal.

En 2021, el nuevo escenario obliga a conocimientos más especializados y herramientas adaptadas. Además, de los procedimientos tributarios de gestión, inspección y recaudación, las novedades en infracciones y sanciones o las que contienen los impuestos de imposición directa o indirecta, los profesionales deberán conocer aspectos clave de la fiscalidad como son las nuevas medidas de reforma tributaria, de prevención y lucha contra el fraude  o, por ejemplo, nuevas sanciones como la infracción por comercialización. También, deberán disponer de herramientas que minimicen riesgos tributarios además de crear mecanismos de detección y desarrollo de procesos para anticipar y evitar esos riesgos.

El nuevo escenario para el asesor tributario y fiscal  será examinado por los mayores expertos de la Administración Pública, empresas y despachos de abogados en el «Congreso Fiscal 2021» que Lefebvre, máxima referencia en materia tributaria y fiscal en Europa, organiza el próximo 25 de marzo.

Los retos más importantes en 2021

Ante este nuevo panorama, Javier Martín, socio director de IDEO LEGAL y catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad Complutense de Madrid, califica 2021 como “el año del cambio”. En opinión del experto, los fiscalistas “tenemos un reto difícil porque debemos garantizar, ante todo, la viabilidad de nuestros clientes y como buenos conocedores de dichas empresas, emitir alertas tempranas ante posibles situaciones de insolvencia”. Con este aviso, "los clientes pueden dar una respuesta rápida, reestructurar su deuda, reorientar su negocio o en el peor de los casos, acudir a soluciones concursales, cuando aún se está a tiempo", reitera.

En esta misma línea se posicionan desde la empresa Leroy Merlin. Para Julio José Frechilla, director Administrativo-Contable, los asesores tributarios deberán “garantizar la solvencia de las compañías aprovechando todos los beneficios y exenciones fiscales que la Administración pudiera plantear este año”. Es Julio José Frechilla quien primero menciona uno de los retos más importantes del asesor tributario de una empresa. Para el directivo de Leroy Merlin, el asesor deberá conseguir una optimización fiscal en la tributación Estatal, Local y Autonómica” además de minimizar riesgos fiscales" con un revisión continúa de los procesos de la compañía, aportando su “capacidad de análisis acerca de la situación de la empresa, bajo la óptica fiscal.”

Otra aportación a tener en cuenta es la de José Antonio Bustos, socio de Fiscalidad Internacional en Ernst & Young  y ponente en el «Congreso Fiscal 2021» de Lefebvre quien explica que este año se ponen en marcha novedosas medidas para que los asesores suministren información fiscal sobre sus clientes. Esto es como consecuencia de la implementación de las recomendaciones de la OECD al respecto, aplicadas por la UE en la Directiva de información sobre transacciones transfronterizas. En opinión de Bustos, “claramente, estas normas constituyen un nuevo reto para la actividad de los asesores tributarios y la relación con sus clientes”.

Además, en materia de fiscalidad internacional en particular, se ha planteado un importante debate sobre la adaptación de las nuevas normas fiscales a la globalización y digitalización de la economía. En ese sentido, el experto de Ernst & Young  califica este año como la fecha en que las “organizaciones internacionales y las distintas jurisdicciones pretenden llegar a un acuerdo sobre cómo deben ser dichas nuevas normas e impuestos, lo que supondrá otro gran reto para la asesoría fiscal”.

Por último y ante la cantidad de cambios regulatorios de gran calado que se están produciendo y se pueden producir, uno de los retos más importantes para el asesor fiscal es su capacidad de anticipar esos cambios.

Las herramientas imprescindibles de los asesores fiscales

Ahora más que nunca,  resulta imprescindible conocer las herramientas que permitirán a los profesionales una correcta adaptación y desarrollo de su función. Javier Martín otorga especial relevancia a los nuevos retos tecnológicos que está implantando la AEAT. “La experiencia inicial de los datos suministrados a efectos del IRPF se ha extendido al impuesto de Sociedades y al IVA, lo que supone compartirlos y una forma de actuar novedosa y fruto del principio del cumplimiento normativo”. Para el coordinador del «Congreso Fiscal 2021», estos cambios exigen una actuación distinta del asesor, “primando la prevención de contingencias fiscales y la colaboración con la AEAT en lugar de la mera confrontación”

En cuanto a las nuevas fórmulas de engranaje profesional de los asesores, José Antonio Bustos, observa una clara evolución de las obligaciones de transparencia y obligaciones de suministrar información en general, que “exige una aproximación mucho más tecnológica”, donde esas herramientas para cumplir con dichas obligaciones se “hacen cada vez más necesarias”. Por esto califica como “imprescindible para acometer los nuevos retos”  la adaptación en el uso de las nuevas tecnologías para  así “incorporar las mismas y sus ventajas, en el asesoramiento fiscal moderno”.

Por otro lado, el asesoramiento fiscal a partir de este año y en adelante requiere de mucha más anticipación a acontecimientos futuros. En ese sentido, una “mayor comunicación entre el asesor fiscal y las autoridades fiscales se convierte en una herramienta imprescindible para navegar a través de los cambios regulatorios”, afirma José Antonio Bustos.

Por último, durante estos meses se conocerán importantes cambios normativos, con la lucha contra el fraude fiscal como una prioridad declarada del actual Gobierno. En base a este motivo, Javier Martín considera que los asesores fiscales “deben de incidir en que sus clientes sean contribuyentes cumplidores, que pueden tener criterios distintos a los de la Administración, pero siempre dotados de razonabilidad y sin ocultar las rentas reales”. En su opinión, es imprescindible contar con herramientas de cumplimiento como Centinela tributario, desarrollado por Lefebvre, y promocionar, entre ellos, la suscripción de los Códigos de Buenas Prácticas Tributarias. Es cierto que “no es un camino fácil por las reticencias de muchos funcionarios, pero seguro que es el futuro y los asesores debemos también forzar el cambio de cultura de la Administración tributaria”, concluye.

Los profesionales de este sector están inmersos en un año de cambios en el que deberán afrontar nuevos retos, contar con herramientas acordes y en el que se pone a prueba sus conocimientos sobre fiscalidad  y nuevas medidas de reforma tributaria o los procedimientos tributarios de gestión, inspección y recaudación. Como ejemplos, la reforma del Impuesto sobre la Renta de no Residentes o la modificación de la Ley del Impuesto de Sociedades con la transposición de la directiva sobre asimetrías híbridas.