- Sois una empresa pionera, número uno en España en importar el modelo anglosajón basado en el ‘Legal Process Outsourcing’ (LPO). ¿Podríais decirnos cómo surgió el nacimiento de Abroading? ¿Cuáles fueron los hándicaps de los inicios?
Tras nuestro paso por Garrigues, firma en la que ambas nos iniciamos, y después de varios años ejerciendo la profesión de la forma tradicional, sentimos la necesidad de añadir dinamismo y eficiencia de recursos a las labores diarias a las que se enfrentan los abogados. En particular, a aquellas labores que normalmente nos ocupan mucho tiempo y que no siempre se traducen en gran valor añadido, pero que sí nos dificultan dedicarnos a otras cuestiones en las que podemos aportar más valor. Nos fijamos en el mundo anglosajón y vimos que este modelo no sólo estaba consolidado hace años, sino que además contaba con la aceptación de todos los agentes que intervienen en el sector jurídico, debido a su alta eficiencia y a la reducción de costes que supone con respecto al sistema tradicional. Nos propusimos entonces implantar dicha forma de trabajo en España y creamos Abroading, la primera empresa especializada en LPO en España.
Crear algo de cero siempre es difícil, pero sí además se trata de un modelo desconocido para la mayoría en un mundo tan rígido como lo era entonces el jurídico, la cosa se complica. Nos encontramos entonces con la dificultad de hacer entender al cliente qué tipo de labores pueden ser externalizadas y que esto no supone ninguna carga de trabajo adicional, ya que nos integramos en su propia estructura funcionando, en la práctica, como una extensión de su equipo. Al principio, ciertos clientes se mostraron reticentes a sacar trabajo de sus despachos debido a políticas estrictamente “in-house”. Sin embargo, una vez vencidos los temores iniciales, todo son ventajas para los clientes. En el fondo, se trata de comprender que la modernización del Derecho en ningún caso implica la disminución de la calidad técnica y que este tipo de servicios pueden aportar beneficios tanto para organizaciones que no tienen costumbre de externalizar, como para otras donde están habituados a contar con otros despachos. Es más, con este modelo, se potencia la calidad del resultado de cualquier estructura. Hoy contamos con un amplio abanico de clientes que confían en esta forma de trabajo y que, con un alto nivel de satisfacción, respaldan nuestra trayectoria como únicos proveedores de LPO en España,
- ¿En qué consiste el Legal Process Outsourcing?
El Legal Process Outsourcing o Externalización de Procesos Legales es un modelo de trabajo que permite a los despachos y a las asesorías jurídicas de empresas externalizar labores legales periféricas que no impliquen asesoramiento estratégico, a equipos especializados tanto onshore como offshore. Diferenciamos entre asesoramiento técnico y asesoramiento estratégico, ya que en Derecho cualquier tarea implica de alguna forma un cierto nivel de asesoría. El LPO se centra en esas labores legales que están sistematizadas o que, por su naturaleza, son altamente sistematizables por un equipo experto con las directrices adecuadas. Cuando hablamos de estandarización no nos referimos únicamente a labores cuya ejecución es siempre la misma como, por ejemplo, completar formularios o solicitudes, sino a tareas legales que se ejecutan siguiendo patrones definidos de inicio como la revisión de contratos o cualquier intervención en determinados procesos judiciales.
Además de dichas tareas, también pueden externalizarse a través de proveedores de LPO labores previas a la ejecución de cualquier asunto jurídico complejo que implique el estudio de documentación a gran volumen en plazos ajustados como, por ejemplo, Due Diligence previas a procesos de adquisición o venta o búsqueda de jurisprudencia sobre asuntos complejos de forma previa a la presentación de la demanda.
Con la finalidad de agilizar los procesos, se incorporan diferentes herramientas tecnológicas a la mayor parte de las tareas, aunque el elemento humano y su conocimiento en este tipo de materias se hace indispensable para generar resultados técnicos de excelencia.
- ¿El LPO se puede implementar también en empresas?
Por supuesto. De hecho, gran parte de nuestros clientes son departamentos jurídicos de empresa que buscan agilizar sus procesos internos. Integrar LPO en su día a día les permite liberarse de tareas legales sistematizadas con total seguridad para concentrarse de forma casi exclusiva en otras labores que requieren un conocimiento estratégico de la empresa y del mercado de cada sector, lo que obviamente tiene un impacto directo en su cuenta de resultados. No se trata únicamente de reducir costes, sino de emplear y potenciar el talento de abogados altamente cualificados en asuntos jurídicos complejos. Por ello, integrar LPO en una estructura empresarial resulta altamente motivador para el equipo ya que les permite una plena dedicación precisamente a aquellos asuntos que requieren de su expertise profesional. Un ejemplo muy gráfico: un caballo de carreras obtendrá mejores resultados si se dedica únicamente a correr en el hipódromo, que si además, se dedica al mismo tiempo a realizar labores de carga. Podría decirse que el talento brilla más cuando se tiene una dedicación exclusiva. Lo mismo es extrapolable al sector jurídico y empresarial.
- ¿Cómo pueden mejorar la gestión de costes los despachos de abogados basándose en este modelo?
Las firmas se ahorran principalmente costes en formación y laborales, costes de externalización a abogados altamente remunerados, costes de localización y costes en la ejecución de los encargos. Incorporar a un abogado junior al equipo supone una gran inversión, ya que debe asignársele un tutor que supervise cada uno de sus pasos hasta que el resultado de su trabajo alcance el deseado. Incorporar un proveedor de LPO en su estructura les permite eliminar el proceso de formación alcanzando resultados desde el principio, por lo que además se reducen de forma considerable los tiempos de ejecución de cada asunto dotando de agilidad y dinamismo a los procesos internos del cliente. Además, se eliminan los costes salariales y se dota de total flexibilidad al crecimiento del equipo en periodos de mayor volumen de trabajo.
Por otra parte, el nivel de especialización de nuestro equipo y la dedicación exclusiva a este tipo de materias nos permite cuidar minuciosamente cada detalle, algo que resulta difícil para nuestros clientes en el día a día, que deben centrarse en varias tareas al mismo tiempo, incluyendo el crecimiento del negocio.
El impacto económico de incorporar una empresa de LPO en una estructura de costes lejos de resultar elevado, resulta ventajoso desde el inicio. Si ponemos en una balanza los costes que suponen mantener un despacho tradicional, con gastos fijos y rígidos, y los costes que implica un sistema altamente adaptable a las necesidades del despacho en cada momento, resulta sencillo darse cuenta que los costes son inferiores en cualquier estructura que integre esta novedosa forma de trabajo, con un excelente resultado a nivel técnico, permitiendo al despacho un mayor crecimiento.
- ¿Cómo afecta la transformación digital al sector de la abogacía?
Afecta principalmente a la forma en la que se gestiona la documentación y a la comunicación entre profesionales. Tradicionalmente, los proveedores de servicios jurídicos implantaban sus oficinas en los centros financieros de las grandes ciudades, lo que implicaba unos enormes gastos de mantenimiento. En el terreno de la comunicación, el uso de las nuevas tecnologías implica que los equipos pueden desplazarse a otros entornos de coste más eficiente. Pueden darse deslocalizaciones a otros países manteniendo una perfecta coordinación e, incluso, incorporando novedosos sistemas de agilización antes desconocidos como las cadenas de producción de trabajo 24 horas, aprovechando las diferencias horarias con otros países. Precisamente, esto es algo que, en Abroading y en general en todas las empresas de LPO, potenciamos mediante la implantación de equipos en otros países para determinadas tareas. En el plano de la gestión documental, el impacto es igual de significativo con las nuevas herramientas y procesadores de documentación, que permiten principalmente un ahorro de tiempo en la gestión del trabajo, un reparto de tareas eficiente y llevar la oficina de forma “portátil” en todo momento.
- ¿Cómo se están adaptando los despachos de abogados y las empresas al uso de las nuevas tecnologías? ¿Qué pasos consideráis que aún quedan por dar para que el LPO se convierta en una herramienta de uso diario?
Si bien se ha avanzado mucho en la implementación de herramientas tecnológicas en el mundo legal, parece evidente que todavía queda camino por recorrer tanto desde las instituciones como desde el mundo de la empresa y los despachos. La aplicación de las nuevas tecnologías se está dando de forma paulatina, por ejemplo, mediante el uso de programas de gestión global, usualmente alojados en la nube, lo cual resulta altamente útil, pero a nuestro juicio no es suficiente.
La modernización del Derecho no pasa únicamente por la implementación de herramientas tecnológicas en el plano de la gestión, sino que necesariamente debe implicar cambios en el plano metódico y, para ello, es imprescindible un cambio de percepción en la forma en que se realiza el trabajo. En este contexto, el LPO es una herramienta relacionada con el método y, por tanto, afecta inevitablemente a la ejecución de cualquier labor jurídica. Para su implementación en las empresas y despachos es necesario ser consciente de que es posible segregar los procesos de trabajo en Derecho y que hacerlo permite la mejora de resultados. Es necesario abrirse al cambio.
- ¿Qué buscan mejorar los despachos de abogados en los últimos años? ¿En qué se diferencia una empresa de LPO?
En los últimos años se ha hablado mucho de modernización en el sector jurídico, y en consecuencia se han implantado varios elementos en los despachos que han permitido en cierta medida la actualización del sector. En este contexto por ejemplo, muchos despachos, de la mano de asesores especializados en Comunicación y Marketing Jurídico, han apostado por tener presencia en redes sociales con el fin de consolidar sus marcas en el mercado y aumentar sus ventas acercando temas de contenido legal a potenciales clientes.
En nuestro caso, además, buscamos mejorar la forma de trabajo en el sector. Por ello, lo que nos diferencia precisamente es lo que hacemos y cómo lo hacemos. Somos abogados con carreras iniciadas en un entorno tradicional, pero nuestro día a día en Abroading transcurre en un entorno de innovación respecto al funcionamiento de cualquier despacho y ese es justamente nuestro rasgo diferenciador y nuestro valor añadido al escenario jurídico.