El ministro de Justicia, Rafael Catalá, hizo ayer entrega de los títulos de notarios a una nueva promoción, compuesta por 46 hombres y 44 mujeres, quienes estuvieron acompañados de numerosos familiares y amigos. En el acto también participaron la subsecretaria de Justicia, Áurea Roldán, el director general de los Registros y del Notariado, Javier Gómez Gálligo, y el presidente del Consejo, José Manuel García Collantes.
Estos nuevos notarios, que han dedicado de media cinco años al estudio de la oposición, rozan la paridad hombres-mujeres, lo que viene a confirmar la tendencia creciente de las mujeres a opositar a notarías (el porcentaje nacional de mujeres notarias se sitúa actualmente en casi en el 30%).Coincide, además, que el número uno de la promoción es una mujer, Leticia Ballester, quien, en nombre del resto de su compañeros señaló "la ilusión de todos por incorporarse en muy breve plazo a sus destinos- repartidos por toda España- guiados por una clara vocación de servicio a la sociedad".
El ministro de Justicia les recordó "la extraordinaria responsabilidad que conlleva vuestro título, dado que formáis parte del Estado. Vais a hacer efectivo el principio de la seguridad jurídica preventiva, tan necesario en las sociedades modernas". "La Justicia -señaló- tiene que estar cada vez más orienta a proporcionar seguridad, donde desempeñáis un papel clave".
Rafael Catalá repasó los proyectos legislativos que podrían aprobarse antes de que finalice la legislatura, como el de Jurisdicción Voluntaria, "que permitirá a otros operadores, como los notarios, desempeñar labores que no son propiamente jurisdiccionales para descargar a los juzgados"; la reforma de la ley hipotecaria- "para una mejor coordinación notarios-catastro-registros", y la concesión de la nacionalidad a los sefardíes, "procedimiento que se acreditará mediante la actuación notarial".
El presidente del Consejo General del Notariado, José Manuel García Collantes, por su parte, les dio la bienvenida al Notariado, recordándoles que se deben a la sociedad "a la que el Estado os manda servir". García Collantes les pidió que ejerzan su labor con dedicación, apoyándose en el resto de compañeros y en los colegios notariales, para mantener sin tacha el valor del título de notario, "que lleva intrínseco la confianza del Estado en vosotros. No la defraudéis nunca".