El objetivo es disuadir a terceros países de restringir o amenazar con restringir el comercio o la inversión para provocar cambios en la política de la UE en ámbitos como el cambio climático, la fiscalidad o la seguridad alimentaria. El instrumento de lucha contra la coerción está diseñado para frenar la escalada de medidas coercitivas específicas e inducir su suspensión, recurriendo al diálogo como primer paso. Las contramedidas adoptadas por la UE se aplicarían únicamente como último recurso cuando no existiera otra manera de hacer frente a las prácticas de intimidación económica, que pueden adoptar muchas formas: desde instrumentos de coerción y defensa comercial explícitos utilizados por otros países contra la UE, hasta controles selectivos fronterizos o de seguridad alimentaria de las mercancías procedentes de un cierto país de la UE, pasando por el boicot a los productos de un determinado origen. Se busca así preservar el derecho legítimo de la UE y los Estados miembros a adoptar estrategias y decisiones políticas, así como evitar injerencias graves en la soberanía de la UE o de sus Estados miembros.
Valdis Dombrovskis, vicepresidente ejecutivo de la Comisión y comisario de Comercio, ha declarado: «En el actual momento de aumento de las tensiones geopolíticas, el comercio se usa cada vez más como arma de coerción y tanto la UE como sus Estados miembros se han convertido en blanco de intimidación económica. Necesitamos los instrumentos adecuados para responder. Con esta propuesta transmitimos un mensaje claro: la UE se mantendrá firme en la defensa de sus intereses. El principal objetivo del instrumento de lucha contra la coerción es servir de medida disuasoria, pero a partir de ahora dispondremos de más herramientas en caso de vernos obligados a actuar. Este instrumento nos permitirá responder a los retos geopolíticos de las próximas décadas, manteniendo a Europa fuerte y ágil».
Con este nuevo instrumento, la UE podrá responder a las acciones de coerción económica de manera estructurada y uniforme, dentro de un marco legislativo específico que garantiza la previsibilidad y la transparencia y pone de relieve la adhesión de la UE a un enfoque basado en normas, también a nivel internacional.
La UE intervendrá directamente ante el país que corresponda para poner fin a la intimidación económica. Si la intimidación económica no cesa de inmediato, el nuevo instrumento permitirá a la UE reaccionar con rapidez y eficacia, ofreciendo una respuesta adaptada y proporcional a cada situación, que puede ir desde la imposición de aranceles y restricciones a las importaciones procedentes del país en cuestión, hasta las restricciones a los servicios o las inversiones, pasando por medidas para limitar el acceso del país al mercado interior de la UE.
Contexto
La propuesta de la Comisión responde a las peticiones del Parlamento Europeo y de varios Estados miembros, plasmadas en la declaración conjunta de la Comisión, el Consejo y el Parlamento Europeo relativa a un instrumento para disuadir y contrarrestar las acciones coercitivas por parte de terceros países, presentada el 2 de febrero. Esta declaración se elaboró tras una consulta pública en profundidad a escala de la UE, que incluía una evaluación de impacto y en la que las partes interesadas, particularmente las empresas, las asociaciones industriales y los grupos de reflexión, reconocieron ampliamente el problema que suponen la intimidación económica y la coerción contra los intereses de la UE y apoyaron la creación de un instrumento disuasorio a escala de la UE.
Próximas etapas
La propuesta debe ahora ser debatida y aprobada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea. Se estudiará en el marco del procedimiento legislativo ordinario, en virtud del cual el Parlamento y el Consejo desarrollarán sus posiciones internamente antes de negociarlas en diálogos tripartitos, con el apoyo de la Comisión. En los próximos dos meses, las partes interesadas y los ciudadanos podrán aportar observaciones adicionales al respecto, sobre las que la Comisión informará al Consejo y al Parlamento.