Un estudio de EY refleja que el 57% de los encuestados reconoce haber sufrido un incidente de seguridad recientemente y, por ello, ha aumentado de forma significativa la confianza de las compañías en la prevención y en la capacidad de respuesta ante ataques cibernéticos sofisticados.
Entre las principales vulnerabilidades, destacan las siguientes:
- el 49% señala la dificultad de identificar datos sospechosos en su red;
- el 48% menciona que sus controles de seguridad de la información están obsoletos;
- el 55% muestra preocupación creciente por los descuidos de sus empleados en el manejo de información y datos;
- el 49% desconoce el impacto de un potencial ataque cibernético;
- el 64% reconoce que no tiene un programa formal de inteligencia contra las amenazas de ciberseguridad o tiene uno informal.
Además, cuando se trata de identificar vulnerabilidades cibernéticas, más de la mitad afirma que no tiene capacidad de hacerlo, mientras que el 44% carece de un centro de operaciones de seguridad (SOC por sus siglas en inglés) para monitorizar de forma continua los ciberataques.
Los encuestados perciben un aumento de los ataques cibernéticos, tanto el "malware" (virus que busca para causar daños o pérdida de datos en un dispositivo electrónico) como el "phishing" (suplantación de identidad) y los ciberataques dirigidos al robo de información financiera, propiedad intelectual y datos. En concreto, el mayor aumento lo registran las acciones dirigidas al robo de datos e información, que pasan del 33% al 45% en la referente a cuestiones financieras y del 30% al 42% en el caso de la propiedad intelectual y datos.
En términos de reacción a los ciberataques, el 57% de los encuestados señala como prioridad la continuidad del negocio, así como los sistemas de prevención de pérdida de datos, sobre los cuales un 42% pretende elevar este año la inversión.
"Pese a que las organizaciones son cada vez más conscientes de los riesgos que implican los ciberataques y están tomando medidas para protegerse, vemos como normalmente se ponen en práctica mecanismos ad hoc para prevenir ataques concretos y en muchos casos no se cuenta con un plan integral de prevención", señala el socio responsable de Riesgo en el área de Consultoría de EY, Manuel Giralt.
Por este motivo, ha incidido en que es "fundamental" alinear todos los procesos corporativos en este sentido para obtener "una mayor capacidad de anticipación, prevención y respuesta, dada la creciente sofisticación de los ataques".
INVERSIÓN EN CIBERSEGURIDAD
Respecto a la inversión en sistemas de ciberseguridad, del informe se desprende que desde 2013 hasta 2016 las compañías han incrementado la dotación presupuestaria destinada a protegerse de los ataques cibernéticos.
Así, un 53% de los encuestados señala que ha aumentado su presupuesto para esta partida durante los últimos doce meses y un 55% prevé aumentarlo en el futuro. Sin embargo, estos incrementos se estiman insuficientes, ya que el 69% de las compañías afirma necesitar un 50% más de presupuesto para hacer frente a los riesgos.
En esta línea, el estudio también revela que el 62% de las multinacionales encuestadas por EY ven poco probable el aumento de su inversión en ciberseguridad en el caso de detectar un ciberataque sin impacto aparente en el negocio y el 58% tampoco la elevaría en el caso de que un competidor sufriese un ataque cibernético.
Para realizar el estudio, que ya alcanza su decimonovena edición, EY ha encuestado a 1.735 ejecutivos de diferentes niveles en multinacionales de todo el mundo para analizar cómo reaccionan estas compañías ante los problemas de ciberseguridad a los que se enfrenta actualmente el ecosistema digital.