Montoro ha comparecido en la comisión de Entidades Locales del Senado para explicar sus planes de trabajo. Ha asegurado que el país está "en condiciones" de reformar el mapa administrativo para aclarar las competencias de cada cual y lograr unas administraciones públicas "lo menos costosas posibles". El Gobierno quiere llevar a cabo esta reforma "con bastante rapidez" porque de no ser así, ha sentenciado, "no será posible" terminar con el déficit público.
En lo que atañe a los ayuntamientos, supondrá reformar la ley de gobierno local para asegurar qué competencias son propias de los municipios y también su financiación. Cristóbal Montoro ha subrayado que se quiere "evitar" las llamadas competencias impropias, aquellas que ejercen los consistorios pero que corresponden a otra administración, y aclarar la financiación de cada servicio que se presta, lo que afecta también al Estado y a las Comunidades Autónomas.
Esta reforma paralela de la financiación municipal, para que cada competencia sea financiada "correctamente", supondrá estudiar cómo se distribuyen los tributos y abordar también una mayor "autonomía financiera", lo que no deberá traducirse en más impuestos para los ciudadanos, ha agregado.
El rediseño del mapa administrativo supondrá, según ha precisado hoy el ministro, reformar el papel de las diputaciones; lejos de plantear su desaparición, Cristóbal Montoro ha explicado que estas instituciones tienen un "importante papel que jugar" y que es necesario especificar su trabajo, porque pueden asumir competencias que ahora ejercen los ayuntamientos más pequeños "en condiciones no óptimas".
"Necesitan una reforma que especifique sus actividades claramente y que conlleva una simplificación de las competencias que están ejerciendo los municipios de menor tamaño en condiciones no óptimas", ha subrayado.
Cristóbal Montoro ha defendido el compromiso de su gobierno con los ayuntamientos y el respeto por su autonomía, como también por el autogobierno de las comunidades. "Este Gobierno pretende profundizar y mejorar ese Estado de las autonomías, no al contrario", ha dicho, aunque ha reconocido que dado el "agobio financiero" exista la "tentación" en algunas administraciones "de entregar las llaves" y devolver competencias. "Nos han votado para hacer lo contrario", ha sentenciado.
LOS ALCALDES SOCIALISTAS, ALIADOS
El portavoz del PSOE, Juan Alberto Belloch, alcalde de Zaragoza, le ha "confesado" al ministro que el "aliado natural" de los ayuntamientos es el Gobierno y viceversa, "independientemente del color político", y ha subrayado que los municipios tienen mejor relación con el Ejecutivo que con los gobiernos autonómicos.
El alcalde y senador ha lanzado una batería de propuestas al ministro sobre las entidades locales, como una quita en la devolución que deben hacerle al Gobierno de los adelantos de 2008 y 2009, o convertir las tasas en impuestos y ponerles un suelo, un mínimo, para aproximarlas "al coste real de los servicios".
Belloch ha exigido sobre todo que se termine con la existencia de las competencias impropias y ha asegurado que el déficit estructural de los ayuntamientos se terminaría sólo con que cobraran lo que les deben otras administraciones por ejercerlas. Como Montoro, ha reconocido que en algunos casos se está cerca de la quiebra técnica.
EL CASO ASTURIANO
La comisión ha transcurrido en un tono amable y entre ofertas de colaboración mutua entre el ministro y los portavoces, aunque se ha registrado un rifirrafe.
Lo han protagonizado el portavoz de Foro Asturias, Isidro Martínez Oblanca, y el presidente de la comisión, el 'popular' Francisco de la Torre. El senador asturiano ha centrado su intervención, leída, en censurar el papel del PP en el Principado y le ha culpado de la prórroga de un presupuesto autonómico "inservible".
También ha criticado al Gobierno, acusándolo de sectario y de ejecutar una "política discriminatoria" con Asturias; en concreto, por la eliminación de los fondos mineros, "lo contrario de lo que proclamó en los actos electorales".
Cuando ha concluido, el presidente de la comisión le ha sugerido al portavoz que la próxima vez no lleve un texto escrito para su lectura y que escuche primero la intervención del compareciente, que es lo que marca el Reglamento. "Para opinar sobre la intervención del ministro es bueno escuchar", le ha dicho De la Torre.
"Le agradecería que se guardase sus opiniones personales", le ha espetado entonces Martínez Oblanca, que ha defendido el derecho de los senadores a intervenir como consideren oportuno. "Creo que lo que he dicho es procedente", ha concluido el presidente. Montoro, por su parte, no ha respondido a las críticas del senador asturiano, al que le ha reconocido el derecho a hacerlas.