Ver especial completo sobre el estudio de salud en la abogacía
Durante las dos últimas semanas mi pulsera Fitbit me ha acompañado las 24 horas del día. La verdad es que me ha ayudado a darme cuenta de tres cosas: la primera que mi nivel de actividad está bastante por encima de la media dentro de mi gremio; la segunda que duermo pocas horas, aunque mi sueño sea de calidad y la tercera que controlo bastante mi estrés. Sin duda, tres apreciaciones muy positivas teniendo en cuenta que nuestra profesión es sedentaria, muy exigente y estresante.
Pero si yo hubiera participado en el Estudio sobre la salud y el bienestar de la abogacía hace un año y medio mis resultados habrían sido desastrosos. En septiembre de 2017 tomé conciencia de que para poder seguir ejerciendo mi profesión con calidad debía buscar la forma de cuidar mi cuerpo y mi mente, porque el estrés había acampado en mi día a día y era imposible gestionarlo. Empezar a hacer deporte, con cierto miedo y escepticismo, y controlar mi alimentación han hecho que a día de hoy vuelva a disfrutar de mi profesión que, aunque tiene puntas de estrés importantes las gestiono de forma más eficiente y con menos impacto en la calidad de mi vida y de mi sueño.
Carmen Pérez Andújar
Abogada, Consejera electiva del Consejo General de la Abogacia Española
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