En el último mes los medios se han hecho eco del conocido juicio de “La Manada” en el que ha sido noticia la desestimación de los mensajes de Whatsapp como prueba en juicio.
Al parecer (pues el asunto se encuentra bajo secreto de sumario), el Juez sí que ha aceptado una imagen publicada en Instagram y ha dejado fuera de juego una conversación de whatsapp grupal.
¿Por qué se ha desestimado los mensajes de Whatsapp y sí que ha sido aceptada la imagen de Instagram como prueba en juicio?
A la vista de la dificultad técnica que supone un análisis pericial de unos mensajes de Whatsapp, he creído oportuno aportar mis conocimientos en esta materia con el objetivo de aportar algo de claridad en el asunto.
Posibles manipulaciones de Whatsapp y claves técnicas para detectarlas
Las conversaciones de whatsapp son, a día de hoy, uno de los medios de mensajería instantánea más utilizados por la sociedad. Y por esta razón, los diálogos, audios, imágenes o videos que se comparten en tales conversaciones se han convertido en una de las principales vías para demostrar hechos controvertidos ante juzgados y tribunales en caso de conflicto. Es decir, como medio de prueba en juicio.
En este sentido estamos viendo que utilizar Whatsapp como prueba en juicio es de lo más normal. Ahora bien, ¿qué validez tiene esta prueba en juicio? ¿Sirve cualquier pantallazo que presentemos ante el juez?
Lo cierto es que para que una conversación de Whatsapp tenga plena validez ante un juez, debe estar certificada y autentificada. Y ello se consigue con el trabajo de un perito informático con titulación requerida para ello.
Así, la sentencia del Tribunal Supremo 300/2015 afirma la necesidad de aportar una prueba pericial que identifique el origen real de la conversación, la identidad de los interlocutores y la integridad del contenido:
“La posibilidad de una manipulación de los archivos digitales mediante los que se materializa ese intercambio de ideas, forma parte de la realidad de las cosas. El anonimato que autorizan tales sistemas y la libre creación de cuentas con una identidad fingida, hacen perfectamente posible aparentar una comunicación en la que un único usuario se relaciona consigo mismo. De ahí que la impugnación de la autenticidad de cualquiera de esas conversaciones, cuando son aportadas a la causa mediante archivos de impresión, desplaza la carga de la prueba hacia quien pretende aprovechar su idoneidad probatoria.
Será indispensable en tal caso la práctica de una prueba pericial que identifique el verdadero origen de esa comunicación, la identidad de los interlocutores y, en fin, la integridad de su contenido.”
¿Sabías que existen otras aplicaciones capaces de generar chats de whatsapp falsos?
En Google “Play Store” tenemos a nuestro alcance (y de forma gratuita) aplicaciones como “WHATSFAKE” o “FAKE CHAT”. Estas App permiten sustituir o suplantar una conversación real de WhatsApp. A pesar que su intención es entretener y divertir, lo cierto es que consiguen hacer cosas increíbles como modificar la hora de envío, el estado de recepción, el emisor del mensaje, enviar audios, vídeos y fotos que pueden ser configurados como los mensajes. Además permiten cambiar los ajustes de los perfiles y estados de las personas implicadas tal y como aparece en las conversaciones de WhatsApp reales.
No cabe duda que esta posibilidad nos debería alertar como defensores de los derechos de nuestros clientes.
Un pantallazo, es una imagen que cualquiera podría modificar con Photoshop o cualquier otro programa de edición de imágenes. Así que no parece que sea una prueba sólida la presentación de un pantallazo de una conversación de whatsapp como medio de prueba en juicio. No es serio ni beneficioso para el cliente. ¿No crees?
Whatsapp es una prueba muy sensible y puede ser alterada sin dejar rastro. Esto es así porque no existe respaldo de los servidores de la App sino que las copias de los mensajes se almacenan en los propios dispositivos. Por esta razón la cadena de custodia debe ser extremadamente delicada.
Probablemente en el caso enjuiciado en Pamplona al que refiero, la defensa haya impugnado la prueba del Whatsapp grupal a través de una pericial informática contradictoria porque en el informe presentado por la Unidad de la Policía Científica se haya evidenciado algún tipo de interrupción en la cadena de custodia.
Sin embargo, la posibilidad de alterar una imagen subida por la víctima o algún amigo a Instagram es mucho más complicada precisamente porque la fotografía en el caso de Instagram sí que se queda almacenada en los servidores de Instagram. Por tanto, la única forma de manipular la imagen sería hackeando los servidores de la APP.
Aun así, para aportar una fotografía subida a Instagram y que el juez nos la acepte válidamente debe ser extraída correctamente como evidencia y aportarse mediante un informe pericial informático.
Cómo detectar una manipulación de Whatsapp como prueba en juicio
Hemos visto cómo podemos manipular fácilmente una conversación de whatsapp, ahora te hablaré de cómo se detecta técnicamente tal manipulación mediante una pericial informática.
Un perito informático dispone de los conocimientos y herramientas para extraer las conversaciones originales de la APP, así como para certificar y mantener la cadena de custodia de las mismas.
De este modo es imposible que un juez desestime la prueba pericial aportada en el pleito.
Un perito informático se encarga de 1) extraer conversaciones originales de Whatsapp (o cualquier otra aplicación), 2) certificar y 3) custodiar la cadena de custodia.
En conclusión, ante la importancia que está tomando Whatsapp en las relaciones humanas se hace más necesario poner foco en los aspectos técnicos de dicha aplicación. Si deseas presentar este tipo de pruebas en juicio lo más recomendable es acudir a un perito informático whatsapp para garantizar la mejor defensa hacia el cliente.
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