Uno de los perfiles jurídicos más solicitados dentro del mundo de la abogacía es el de responsable de cumplimiento normativo, también llamado compliance officer o compliance manager. ¿Qué es un compliance officer? La gran demanda de este perfil viene dada por la necesidad de expertos que conozcan al detalle toda la normativa relacionada con el cumplimiento jurídico y sepan establecer de un modo correcto los modelos necesarios para que este se cumpla. ¿Cómo surge la figura del compliance officer? Tras la modificación de la Ley Orgánica del Código Penal, se añadieron cambios pertinentes en la responsabilidad penal de las personas jurídicas. Desde ese momento, se considera a la empresa penalmente responsable, cuando cualquier empleado de la misma cometiera un delito, por no haberse establecido los controles necesarios por parte de los administradores societarios. El modo de evitar estas consecuencias jurídicas es a través de la figura del responsable del cumplimiento normativo. De este modo surge el compliance officer, para poder llevar a cabo el establecimiento y la posterior puesta en marcha de las medidas de control. Estas harán posible evitar y prevenir que se cometan infracciones por las personas que integran una organización. ¿Cuáles son las funciones específicas de un compliance officer?
- En primer lugar, deberá crear y gestionar el modelo de prevención.
- En segundo lugar, supervisará el funcionamiento y cumplimiento de dicho modelo.
- En tercer lugar, deberá controlar al personal sometido a este modelo de compliance.
- En cuarto lugar, tendrá por misión informar y formar al personal de la empresa sobre el modelo de prevención.
- En quinto lugar, procederá a la revisión y modificación del modelo de prevención.
- Y en último lugar, gestionará el proceso de denuncias e investigaciones internas.
Responsabilidad civil de los administradores societarios Junto a la responsabilidad penal se debe tener en cuenta la responsabilidad civil de aquellas personas, cuyo cargo puede permitir una administración desleal y fraudulenta. En este caso, los administradores societarios no tendrán que responder por aquellos actos o errores de la sociedad mercantil mientras su actuación sea diligente y dentro de la legalidad. Existirá responsabilidad cuando se den una serie de circunstancias:
- Entre ellas, que su conducta sea negligente, con un reiterado incumplimiento de las funciones propias de su cargo de administrador.
- Además, debe causar un daño, deterioro o perjuicio, ya sea a la sociedad o bien a terceras personas relacionadas con la misma.
- Y por último, debe existir un nexo entre la conducta dolosa y el daño que se haya producido.
Por todo esto, los abogados deberán estar preparados para prestar su ayuda, tanto a los administradores societarios como a las personas designadas por estos, para que todos ellos puedan llevar a cabo las funciones de corporate compliance o prevención dentro de su empresa. 
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