También optaban a esta plaza, vacante tras la jubilación de Juan José Martín-Casallo, los fiscales de Sala Eduardo Fungairiño, Luis Navajas y José Ramón Noreña.
Antonio Narváez está al frente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Supremo desde 2007, cargo al que llegó desde la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional donde permaneció durante diez años. Experto en derechos fundamentales, ha despachado numerosas cuestiones que afectan a las libertades básicas y en defensa del medio ambiente. Así, en materia de educación informó a favor de la existencia de la asignatura de Educación para la Ciudadanía por entender que no vulneraba el derecho de los padres a procurar una educación a sus hijos.
Como fiscal jefe de la Sala Contencioso-Administrativo, Antonio Narváez ha intervenido desde el año 2007 en aplicación de la Ley de Partidos Políticos en los sucesivos procesos de ilegalización incoados tanto para impugnar candidaturas y agrupaciones electorales como para evitar la inscripción de partidos políticos, en las elecciones al Parlamento Vasco, al Congreso de los Diputados y al Parlamento Europeo.
Antonio Narváez ingresó en la Carrera Fiscal en 1982. Estuvo destinado en la Fiscalía de Córdoba y fue fiscal jefe de la Audiencia Provincial de Teruel desde 1987 hasta 1997. Desde ese año hasta 2007 estuvo destinado en la Fiscalía ante el Tribunal Constitucional.
Es autor de diversos libros y monografías sobre el Tribunal de Jurado, y ha publicado numerosos artículos doctrinales sobre Derechos Fundamentales, Menores extranjeros y Grupos criminales y terrorismo.
Ha sido consultor técnico de Naciones Unidas para el Desarrollo del Tercer Mundo en Guatemala, y ha participado en programas de formación de fiscales en Paraguay, Bolivia, Colombia, Méjico y Albania.