Así consta en la sentencia, facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), en la que se condena al agente por un delito de acoso sexual, y se le impone una indemnización de 5.000 euros para la víctima. También se le prohíbe acercarse a ella por tiempo de dos años.
Los hechos se remontan a mayo de 2010, cuando la víctima comenzó a trabajar en la limpieza del cuartel de Valencia. A partir de ese momento, el acusado, quien hacía funciones de vigilancia de manera habitual en el acceso de la instalación, se dirigía habitualmente a ella con expresiones como "que buena estás" o "que polvo te pegaría".
La víctima le pedía que le dejara tranquila y que no le molestara, pero el agente, sin embargo, en varias ocasiones llegó a agarrarle de la cintura y por el cuello, y le intentó tocar el pecho o besarle en la boca, lo que finalmente no pudo hacer.