La palabra crisis implica inestabilidad, desintegración, cambio… pero también evolución, adaptación y crecimiento. En resumidas cuentas: oportunidad. La situación económica que arrastra buena parte del mundo desde hace años ha dejado infinidad de ejemplos de esta máxima. ¿Quién no conoce a alguien que se ha quedado sin trabajo y se ha lanzado a emprender por su cuenta y a dar forma a esa idea de negocio que llevaba tiempo rondándole? ¿Cuántos han ajustado sus decisiones de gasto en el marco de sus negocios para hacer frente al vendaval? ¿Hasta qué punto hemos aprendido a gestionarnos mejor ‘gracias’ a la coyuntura?
Con un panorama de estas características, uno aprende a ‘apretarse el cinturón’ y a discernir entre qué gastos son imprescindibles y cuáles son superfluos o prescindibles en épocas de vacas flacas. ¿En qué categoría podemos incluir al gasto en comunicación? La realidad es que cualquier negocio necesita darse a conocer y debe dedicarle un esfuerzo a este área, ya sea con infinidad de herramientas sofisticadas o con otras más discretas o autogestionables. Sólo hay que planificar, elegir muy bien los medios necesarios y ajustar el presupuesto.
El mundo de la abogacía no es una excepción: durante los últimos años hemos asistido a un auge de la inversión en marketing jurídico a pesar de la coyuntura, lo que responde no sólo al hecho de que esta práctica se esté poniendo de moda, sino también a que cada vez se entiende mejor en el sector que es necesario acudir a él para captar nuevos clientes. Y es que el objetivo final de cualquier técnica de comunicación y de marketing es lograr que nos conozcan y que se decanten por nosotros a la hora de elegir.
Si aún no te has lanzado a invertir en esta materia, estos son cuatro motivos clave por los que atreverte a probar suerte para hacer crecer tu negocio.
1. Sin comunicación, no existes
Es así de simple. Por muy trabajador y brillante que seas, necesitas encontrar la mejor forma de comunicarlo, de hacerte entender entre tu público objetivo y llegar lo más lejos posible. De poco te servirá una web muy bonita si los datos sobre tu negocio resultan relativamente crípticos, o si no te muestras en ella a través de publicaciones que dejen ver que estás muy al día en todo lo que se mueve en tu sector.
Lo mismo se aplica a la comunicación offline (es decir, a los medios de comunicación tradicionales): conseguir que los medios se interesen por ti –no necesariamente pagando publicidad- puede abrirte muchas puertas. Si los casos que ganas o las novedades que comentas son interesanteS, ten por seguro que no dejarán escapar la oportunidad de entrevistarte, pero… ¡primero tienes que llegar hasta ellos!
2. La comunicación te ayudará a redefinir tu negocio
Ocurre constantemente. Tu negocio puede nacer con un rumbo determinado y acabar convirtiéndose con el tiempo en un concepto distinto, más enriquecido, con muchos más matices. Ello es fruto no sólo de la maduración de la idea, sino del feedback que se produce cuando la comunicamos y la llevamos al exterior. De este modo, es frecuente que cambie el perfil de nuestros clientes potenciales, que éstos nos comuniquen nuevos frentes que podemos tocar, que descartemos otros por falta de demanda… Escuchar a tu audiencia es clave, y para ello necesitas comunicarte con ella, es decir, establecer un vínculo bidireccional entre tu negocio y tu público.
3. La comunicación te diferenciará del resto
En un mundo cada vez más globalizado, en el que cada vez más personas se lanzan a crear proyectos individuales o muy atomizados, la competencia es enorme. Hay muchos profesionales peleando por hacerse un hueco en el mercado, y tú necesitas diferenciarte de todos ellos y poner en valor tus servicios. ¿Cómo? Comunicando tus logros, tratando de empatizar con tus clientes, mostrándoles lo que sabes hacer y cómo, ilustrando tu actividad a través de fotografías y vídeos, contando tu historia… En definitiva, acercándote al mundo y buscando tu lugar en él.
En este entorno, lo subjetivo, lo intangible, es lo que te diferencia del resto y te hace más fuerte. Puede haber miles de despachos que se dediquen a tu misma actividad, pero sólo tú le das ese toque personal que convierte tu negocio en irresistible.
4. La comunicación elimina barreras
Y más en un entorno como el actual, en el que la comunicación online ha cobrado una importancia capital. Si haces bien tus deberes –o dejas que otros lo hagan por ti- podrás llegar todo lo lejos que te propongas. Plataformas como Twitter te permiten comunicarte directamente con personas que en otro momento jamás hubieran sido accesibles, tu web puede visitarse en cualquier lugar del mundo… Y el número de usuarios en la red no deja de crecer.
En definitiva, puede que la competencia en la red sea feroz, pero las oportunidades crecen exponencialmente en este entorno. Eso sí, su complejidad suele requerir ayuda profesional: en Internet todo puede cambiar de la noche a la mañana y manejarse en la red implica estar al día muchas y muy diversas materias.
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