Entrevistamos al presidente de los administradores de fincas españoles
-En primer lugar, ¿qué balance hace de estos primeros meses como presidente de los administradores de fincas españoles?
Del orgullo y la alegría que sentí los primeros días he pasado a percibir la enorme responsabilidad que supone el desempeño de este cargo. Siempre me han apasionado los nuevos retos y este es el mayor al que me he enfrentado, lo que me estimula para afrontar, con mucho ánimo, mi actividad diaria. Vivimos una etapa de grandes cambios en todos los ámbitos y mi primera obligación es tratar de encontrar soluciones para ayudar a los colegios y a los profesionales colegiados para que podamos adaptarnos a las nuevas condiciones que nos va imponiendo el entorno.
-La morosidad sigue siendo uno de los principales problemas para el bienestar de las comunidades, ¿ha habido repunte en las cifras?
No es el único problema pero, probablemente, este sea el que más trasciende de todo lo que está afectando a las comunidades de propietarios y a los administradores de fincas colegiados como consecuencia de la crisis. Las cifras están repuntando y los datos que aporta el Observatorio de las Comunidades de Propietarios son suficientemente elocuentes.
Pero las cifras son frías y lo verdaderamente preocupante es lo humano, lo que afecta a cada persona. La deuda de las empresas y las entidades financieras con las comunidades de propietarios tiene un impacto negativo en la capacidad de prestar servicios con normalidad y, por lo tanto, en la vida diaria de las personas. Por otro lado, detrás de la mayor parte de la deuda que corresponde a los propietarios individuales en cada edificio se oculta un drama humano, económico, laboral o familiar.
El aspecto económico de la deuda se conseguirá ir resolviendo y se superará. Los administradores de fincas colegiados estamos trabajando y aportando iniciativas para que las soluciones lleguen lo más pronto posible.
Para los que están viviendo, en primera persona, la crudeza de esta situación, queremos manifestarles nuestra comprensión y nuestro afecto. Deben tener la certeza de que estamos a su lado.
-El Consejo Andaluz de Colegios de Administradores de Fincas solicitó la creación de un registro público de cuotas impagadas en comunidades de propietarios por parte de las entidades bancarias, ¿esto se extenderá al resto de comunidades?
Vamos a estudiar esta y todas las iniciativas que puedan contribuir, por un lado, a que todos podamos conocer la dimensión exacta del problema y, por otro lado, que aporten propuestas que sirvan para agilizar los cobros.
Esta iniciativa se planteó en el marco de una reunión con el Defensor del Pueblo Andaluz y, a nivel nacional, ya hemos dado traslado a la Defensora del Pueblo, Dña. Soledad Becerril, para tenga conocimiento de esta iniciativa y también para pedirle que respalde otras propuestas, entre ellas, la reforma de la Ley de Propiedad Horizontal. Todas estas iniciativas las estamos incorporando a nuestra web (www.cgcafe.org), para que los Administradores de Fincas Colegiados las conozcan y puedan explicar a sus clientes que nuestra organización, como ha hecho siempre, está trabajando al servicio de la sociedad.
-¿Ha recibido respuesta de la Asociación de la Banca, a la carta remitida por el Consejo sobre las cuotas de los pisos embargados?
Lamentablemente no he recibido ninguna respuesta. En mi actividad diaria tengo por costumbre contestar a todo aquel que se dirige a mí. Creo que es mi obligación y una elemental norma de cortesía. Pero parece que no todos compartimos este criterio. Somos conscientes de que el problema de la morosidad de la banca no se va a resolver en dos días, y menos con una carta o una reunión. Pero una respuesta, una simple llamada hubiera demostrado una disposición a analizar el problema y estudiar soluciones. Pero esto no se ha producido.
Nuestro compromiso es ayudar a nuestros clientes y, por lo tanto, cumpliremos con nuestra obligación, que es seguir poniendo de manifiesto la dura situación que atraviesan muchos edificios por esta causa, y proponer soluciones a la Administración para tratar de aumentar la posibilidad de cobro de las comunidades de propietarios.
-En una situación inmobiliaria compleja, las comunidades de propietarios no son ajenas a ello, ¿cuáles cree que son los peligros y amenazas de las comunidades de propietarios?
Nuestra percepción es que el entorno contribuye a enrarecer el ambiente en el que se desenvuelve la actividad diaria de nuestros despachos y nuestros clientes.
Las naturales dificultades de la mayor parte de los propietarios para mantener sus niveles de gastos de traducen en un demanda constante de contracción de los presupuestos y las cuotas de las comunidad a todos los niveles. La falta de tesorería está empezando a afectar a la capacidad de las Comunidades para atender a sus obligaciones.
Como consecuencia, se ha extendido y convertido en una costumbre la renegociación constante con todos los proveedores. Considero que, lo que inicialmente parecía que podía contribuir a sanear las cuentas de nuestros administrados, ha provocado una "rotura del mercado" traspasando los límites de lo que es razonable en la relación entre las comunidades de propietarios y sus proveedores, a lo que no son ajenos los servicios profesionales de los administradores de fincas colegiados.
Las necesidades de la mayor parte de las empresas del sector (incluidos, como he dicho, nuestros propios despachos), de garantizar ingresos a corto y medio plazo se refleja en un descenso constante de las contraprestaciones económicas que perciben por las obras o servicios que se realizan. Considero que esta situación no puede perdurar en el tiempo porque se puede poner en peligro la propia prestación de los servicios. Creo que es necesario abordar estas renegociaciones con mayor prudencia y sensatez. No se pueden prestar servicios por debajo de su coste y todos estamos llegando a este límite. En algunos casos creo que ya se ha superado.
Invito a quienes están redactando la Ley de Servicios Profesionales a que comprueben cómo es nuestra realidad. ¿Alguien, con cierto conocimiento de las condiciones actuales del mercado, puede sostener que los colegios de administradores de fincas son un obstáculo a la competencia? Siempre hemos manifestado que la desregularización de las actividades profesionales es negativa para los profesionales, pero mucho más para los usuarios, y la actual situación de nuestro mercado es la prueba evidente. En estas situaciones siempre van a salir perdiendo los más débiles: las familias, los comuneros, los propietarios y los inquilinos.
-¿Qué opinión le merece el proyecto de Ley de fomento al alquiler aprobado recientemente en la Comisión de Fomento del Congreso, y qué destacaría de la norma?
Históricamente el mercado del alquiler ha sido y es el patito feo del sector inmobiliario español. Es necesario impulsar su desarrollo y cualquier iniciativa que tenga este objetivo debe ser bien recibida. Este Proyecto tiene lagunas importantes y así lo hemos puesto de manifiesto en las alegaciones presentadas durante el periodo de información del mismo.
Me gustaría añadir que ninguna reforma legal estimulará, suficientemente, el arrendamiento de viviendas hasta que no se resuelvan algunos aspectos de carácter económico. Mientras el diferencial entre el importe de una renta y una cuota hipotecaria sea mínimo, el alquiler seguirá permaneciendo en proporciones muy pequeñas en comparación con los niveles normales en los países de nuestro entorno. Se necesitan estímulos económicos -en especial de carácter fiscal-, que contribuyan a reducir el coste final del arrendamiento que merezca la pena y conlleve el considerar la posibilidad de alquilar por ser mucho más accesible que la compra. Creo que uniendo esta medida a ciertas reformas en la legislación que mejoren las garantías de cobro para los propietarios, se puede romper con histórica situación del mercado del alquiler.
-¿Cómo ve la figura del arbitraje para la solución de controversias surgidas en una comunidad de propietarios? ¿Cree que la Ley de Tasas puede allanar el camino?
Si en algún sector es necesario un buen sistema de arbitraje es en el ámbito de las comunidades de propietarios. que son un pozo inagotable de conflictos que perduran a lo largo del tiempo.
Aunque solo sea por el impacto psicológico, la Ley de Tasas va a frenar el número de demandas que se presenten y todos estos asuntos deberán resolverse por la vía de la mediación. Pero, además, en la relaciones entre propietarios e inquilinos y en las propias comunidades de propietarios hay un sin fin de pequeños problemas de la vida diaria que se enquistan y que pueden resolverse, por esta vía, en unos plazos reducidos y costes muy razonables.
Creo que es un nuevo servicio que podemos incorporar los colegios y que pueden prestar, directamente, los administradores de fincas colegiados una vez que se hayan formado para ofrecer todas las garantías legalmente exigibles en este ámbito. Invito a mis compañeros a considerar esta nueva oportunidad de trabajo.