Por tanto, traslada al Ayuntamiento que algunas de las medidas son "discriminatorias" con la VTC y que existen alternativas "menos restrictivas" para luchar contra la contaminación y la congestión a la hora de regular esta actividad.
Igualmente, recomienda que se deben "armonizar" los horarios entre ambos sectores (taxis y VTC) pero en el sentido contrario al texto de la ordenanza, es decir, que se establezca una liberalización de horarios para que los titulares de licencia elijan cuándo quieren prestar sus servicios.
"El Ayuntamiento debería evitar ser quien planifique o programe económicamente la actividad, pues desde el punto de vista de la regulación económica eficiente, salvo la presencia de fallos de mercado debidamente acreditados, implica restringir la capacidad de competir entre los prestadores del servicio de transporte urbano. Ello implica la sustitución de los mecanismos del mercado, basados en decisiones de los agentes económicos en atención a la demanda, por mecanismos administrativos de decisión sobre la oferta", apostilla la CNMC.
Así lo recoge en un informe, al que ha tenido acceso Europa Press y adelantado por el diario ABC, a consultas del Consistorio madrileño sobre el proyecto de ordenanza elaborado por el anterior Gobierno local de Ahora Madrid y que fue aprobado provisionalmente en Junta de Gobierno celebrada el pasado mes de mayo.
El proyecto de ordenanza, que fundamenta su elaboración de cara a evitar emisiones contaminantes y situaciones de congestión de tráfico unido al fomento de una convivencia "armoniosa" entre los dos sectores (taxi y VTC), pivotaba sobre una serie de medidas, como la prohibición de parada o estacionamiento de los vehículos de arrendamiento con conductor a menos de 100 metros del aeropuertos, estaciones de tren o buses e intercambiadores de transporte.
También apuesta por una regulación de horarios y calendarios de descansos equivalentes al régimen del taxi (máximo 16 horas al día y cinco días a la semana --cuatro laborables y un día de fin de semana--), con excepción para los vehículos adaptados a personas con movilidad reducida.
Además, se limita la circulación en vacío en función de la categoría ambiental del vehículo, se contemplan medidas de vigilancia y control de la actividad de la VTC, la prohibición para estos vehículos de parar en el carril bus para esperar a clientes y la creación de un registro municipal de autorizaciones VTC.
Al respecto la CNMC expone que este proyecto de ordenanza constituye una "intervención pública que incidirá directamente en la actividad" de los titulares de licencias VTC y estipula que este servicio "no había sido objeto de regulación específica en el ámbito urbano de la ciudad de Madrid".
El organismo supervisor de la competencia expone que el texto de la ordenanza estable "importantes restricciones en el ejercicio de la VTC" y ahonda en que ésta solo deben aplicarse cuando "exista una razón de interés general que haga necesaria dicha limitación y no exista otra medida menos restrictiva para lograr el objetivo perseguido".
Menos proporción de VTC por habitantes respecto a otras grandes ciudades
En esta línea, el informe del organismo detalla que "si bien es cierto que los VTC han tenido un rápido despliegue en un corto período de tiempo en la ciudad de Madrid, conviene tener en cuenta que el número total de autorizaciones de taxi y VTC, en términos relativos respecto a la población, es significativamente más bajo en Madrid (7,13 autorizaciones de taxi y VTC por cada mil habitantes) que en otras grandes urbes como Sao Paulo (15,44)17, Nueva York (15,82) o Londres (12,30)".
A su vez, recalca respeto a los niveles de congestión que los últimos datos del propio Consistorio correspondientes al mes de abril de 2019 muestran una reducción interanual del tráfico de un 1,69% respecto a abril del 2018 y un incremento de la velocidad media en todos las franjas horarias respecto a los datos de abril de 2018.
Pide una reforma integral
Por tanto la CNMC "recomienda una reforma integral de la regulación del transporte de pasajeros de manera que se fomente la competencia, se eviten discriminaciones injustificadas entre los operadores de taxi y VTC y se eliminen restricciones no justificadas en ambos sectores".
También asegura que existen "alternativas menos restrictivas para luchar contra la contaminación y la congestión". Por ejemplo, alude al fomento del uso de vehículos menos contaminantes para los operadores; impulsar el transporte público colectivo sostenible; imponer tasas por congestión y habilitar zonas de carga y descarga de viajeros próximas a las instalaciones de transporte colectivo.
Por todo ello, la CNMC considera que las medidas propuestas por el Ayuntamiento de Madrid "incidirán negativamente en la prestación del servicio a los consumidores y usuarios finales". "Provocarán mayores precios, menor calidad e innovación, menor oferta disponible y mayores tiempos de espera", sentencia.