El órgano judicial en funciones de guardia dictó el pasado viernes la sentencia de conformidad que declara probado que en la tarde del miércoles anterior, sobre las 14.55 horas, el acusado, de 41 años, fue sancionado por agentes del orden por vulnerar la orden de cuarentena al personarse en un supermercado del barrio de Hoya Andrea para “molestar” a sus empleados.
Añade el fallo que poco después, sobre las 16.10 horas, el ahora condenado volvió al establecimiento comercial vulnerando de nuevo el confinamiento, “y con ánimo de atemorizar al encargado del establecimiento, le dijo que le iba a buscar la ruina e iba a acabar con él”, causando en el trabajador “el consiguiente desasosiego”.
Además de la multa y la condena penal, la sentencia impone al acusado la prohibición de acercarse al trabajador amenazado o a su lugar de trabajo durante cuatro meses.
Detalla el fallo que el acusado presenta un historial de cinco sentencias condenatorias previas: una por abandono de familia, otra por simulación de delito, otra por violencia de género, una cuarta por hurto y la última, de julio del año pasado, por amenazar a otro de los encargados del supermercado donde fue detenido el miércoles.
Robo en otro supermercado
Durante la misma jornada de guardia del pasado viernes, el Juzgado de Instrucción número 8 emitió la sentencia que condena a un varón de 30 años a cinco meses y diez días de cárcel y a pagar una multa de 120 euros como autor de un delito de desobediencia grave con la agravante de reincidencia y de un delito leve de hurto.
El fallo, dictado por conformidad de las partes, declara probado que sobre las 13.30 horas del pasado martes el acusado se personó en un supermercado del barrio capitalino de Schamann y “aprendió seis botes de enjuague bucal de la marca Listerine”.
Apenas cuatro horas después volvió al establecimiento y se llevó sin pagar “dieciséis botes de champú de la marca Fructis”.