Un año más queremos conocer la opinión de los abogados y las abogadas jóvenes sobre diferentes cuestiones de gran interés en el sector como la motivación, los desafíos de la profesión, la proyección en las firmas gracias a la aplicación de las nuevas tecnologías o los problemas de salud derivados del estrés laboral.
Entrevistamos a Cristina Pérez (30 años), asociada de Clyde and Co.
¿Cuándo y por qué decides ejercer como abogado o abogada?
La verdad es que creo que siempre he sabido que quería ser abogada. Mi padre, mi abuelo, y gran parte de mi familia, se dedica a esta profesión, así que cuando decidí estudiar derecho, sabía al 100% que lo hacía con el objetivo de ejercer la abogacía, tal y como ellos lo han hecho siempre: con pasión por el derecho y respeto por la profesión que tanto da, pero que también tanto exige.
¿Quién ha sido determinante en tu carrera? ¿por qué motivo?
Mi tío es abogado maritimista y tras finalizar el Máster de Abogacía me animó a estudiar el Máster de Negocio y Derecho Marítimo organizado por el gran equipo del IME. Conforme comencé el máster, tuve la oportunidad de hacer las prácticas en Clyde & Co, en el equipo de transportes liderado por Enrique Navarro, en el que, desde entonces, he desarrollado toda mi carrera y he conocido también de cerca el mundo de la aviación y el arbitraje.
En los primeros años como profesional ¿Cuáles han sido los mayores desafíos? ¿Cómo los enfrentaste?
La abogacía es ya de por sí un desafío diario. Cada caso y cada cliente es un nuevo reto, y la capacidad propia de abarcarlos también. En los primeros años quizás destacaría que el mayor desafío es llegar a entender, de verdad, lo que necesita el cliente y, una vez lo consigues, saber hacerte oír y hacer que tu opinión cuente, aunque seas la persona con menos experiencia de la sala.
¿Podrías contarnos proyectos en los que has trabajado y cómo han influido en tu desarrollo profesional?
He tenido la suerte de poder formar parte de un equipo en el que, dentro del marco de transportes, cada caso es un mundo completamente diferente. Tanto en aviación como en marítimo o terrestre, puedes tocar todas las áreas de derecho en el mismo día. Esto te reta a estar constantemente actualizándote y mejorando en todos los aspectos. En particular, los casos que más me han hecho crecer profesionalmente, por lo exigentes que son, han sido los arbitrajes internacionales.
¿Qué te gustaría mejorar en la profesión y por qué?
Probablemente me gustaría mejorar la capacidad real de conciliación y el derecho a desconectar. Hoy en día, hay una necesidad imperiosa por la inmediatez que no es sana y que nos agota. En Clyde & Co se están implantando políticas de conciliación, como la baja de 26 semanas por maternidad o paternidad, que me parecen fundamentales para mejorar nuestra calidad de vida. También tenemos flexibilidad completa para teletrabajar, lo que me permite ir a Algeciras a ver a mi familia con mucha más frecuencia.
¿Qué opinas sobre la formación de los abogados? ¿Crees que está alineada con las demandas y realidades de la situación actual y los avances de las nuevas tecnologías?
La preparación para la abogacía ha mejorado desde la implantación del Máster de Abogacía porque te hace una introducción de lo que es el ejercicio (simulacros de juicio, primeros borradores de escritos, etc.).
Es cierto que, creo que este conocimiento debería incorporarse desde el propio Grado en Derecho. En general, las nuevas generaciones de abogados están plenamente adaptadas a las nuevas tecnologías.
¿Cómo han influido las nuevas tecnologías y la digitalización en el ejercicio de la abogacía? ¿Qué herramientas son más útiles y cómo crees que cambiarán la profesión en el futuro?
La tecnología ha ayudado enormemente en muchos sentidos, pero es también un lastre en otros. Ahora es más fácil redactar un escrito, buscar jurisprudencia o que ChatGPT te dé respuestas o traducciones rápidamente. Al mismo tiempo, tienes un correo electrónico que te requiere las 24 horas del día.
¿Crees que la facilidad por gestionar la tecnología de tu generación te permitirá un desarrollo profesional más inmediato y con más proyección? ¿Por qué?
No especialmente. La tecnología puede ayudarte a ser más eficiente a la hora de desempeñar tu trabajo o desde dónde poder hacerlo pero, en mi opinión, la proyección profesional de una persona depende principalmente de sus habilidades sociales y su capacidad de trabajo, y eso siempre conlleva tiempo.
¿Qué opinas sobre las medidas de conciliación en la profesión? ¿Qué áreas se pueden hacer mejoras? ¿Cómo logras un equilibrio entre vida personal y ejercicio profesional?
La mentalidad sobre la importancia de la conciliación está cambiando, pero todo está por hacer. Debemos partir de la base de que los abogado/as dependemos de plazos que te otorga un tribunal que no se cuestiona las posibles aristas de tu vida personal. El equilibrio entre vida personal y el ejercicio profesional no es sencillo y no siempre se logra. Hay que intentar priorizar, saber cuándo decir que no y poner límites. Siendo honesta, pese a las facilidades que nos brindan desde Clyde & Co, yo todavía sigo trabajando en conseguirlo.
El ICAM acaba de presentar El I Estudio sobre salud mental de la abogacía madrileña. Entre los datos a destacar se asegura que 6 de cada 10 abogados sufren de ansiedad y casi la mitad han experimentado fatiga, pensamientos negativos y deprimentes y alteraciones emocionales. Además, que las mujeres y los jóvenes son los colectivos más afectados ¿Qué medidas consideras que son imprescindibles para mejorar la salud física y mental de los abogados?
Por parte de los despachos de abogados/as, creo que es fundamental hacer un seguimiento de cerca para ver cómo está el equipo y si la carga de trabajo de cada persona es sana y le permite seguir dedicando tiempo a su círculo personal y otras actividades que le llenen. La regla no debería ser tener la sensación de “vivir rodeado de papeles”, que sólo conduce a dejar de lado tu salud mental, que debería ser siempre lo prioritario.