La Consejería de Justicia de la Generalitat ha explicado en un comunicado este miércoles que las podrán usar, de manera prioritaria, los presos que por algún motivo no puedan comunicarse presencialmente con sus familiares.
Usarán los 230 móviles que el Departamento ha comprado para hacer videollamadas en lugar de visitas durante el estado de alarma, los ordenadores de las prisiones y 28 tabletas que empresas de telefonía han donado durante el tiempo de afectación del Covid-19.
Durante los dos meses desde que se empezaron a usar, las prisiones catalanas han registrado 31.126 videollamadas (unas 519 al día) que corresponden a 5.253 presos.
La mayoría, 29.314, se han hecho con teléfonos móviles y por Whatsapp, mientras que para 1.812 se han usado los ordenadores de los centros educativos de las cárceles con Jitsi.