Entrevistamos a la Presidenta del GAJ del ICA Illes Balears
Con ocasión de la celebración el próximo día 31 de Octubre del DÍA DEL ABOGADO JOVEN, entrevistamos a Lydia Blanco Rodríguez, persiguiendo reconocer en esta etapa del ejercicio profesional el trabajo, dedicación y esfuerzo silencioso en la defensa de los derechos e intereses de la ciudadanía, así como en la mejora de la profesión y de la Administración de Justicia.
¿Cómo ves el ejercicio de la profesión actualmente, resulta fácil para un abogado joven?
Lo cierto es que decantarse por ejercer como abogado es una decisión que implica necesariamente saber que te vas a enfrentar a numerosos obstáculos que, si no se tiene verdadera vocación, son realmente desmotivadores. Entrar dentro del mercado laboral no es tarea fácil tanto si pretendes trabajar por cuenta ajena como por cuenta propia, ya que ambas conllevan hándicaps que no todo el mundo está dispuesto a gestionar.
¿Cuáles son los principales retos que el ejercicio de la Abogacía presenta actualmente y ha de afrontar en el futuro?
Uno de los principales retos al que se enfrenta la Abogacía, bajo mi punto de vista, es la adaptación a las NN.TT. Es un sector tradicional y copado aún de prácticas que se irán quedando desfasadas. Otro reto al que nos enfrentamos es a la cada vez más feroz competencia, hemos pasado de prácticamente no poder hacer publicidad y tener límites hasta para el tamaño de la placa del edificio donde aparece el nombre del despacho a permitirse hacer publicidad que roza la ilegalidad.
¿Con qué soporte tecnológico ha de contar hoy día el despacho de abogados?
En primer lugar, es imprescindible contar con herramientas para asegurar de manera efectiva el tratamiento de los datos de carácter personal. Contar con programas o soluciones de gestión de despacho es un avance que, cuando se tiene ya un nivel considerable de clientes, facilitan esa tarea. Por otro lado, es imprescindible tener acceso a una base de datos que cubra las necesidades del despacho.
¿Qué herramientas necesita el abogado joven hoy día para lograr ser más productivo?
El dominio de las nuevas tecnologías y de las redes sociales suponen claramente una ventaja respecto a aquellos abogados más mayores que no cuentan con dicha soltura en su uso. Conocer cómo llevar a cabo una buena estrategia de marketing a través de anuncios en redes sociales o anuncios en Google, es imprescindible para la captación de clientes: saber cómo funciona el posicionamiento SEO, por poner un ejemplo, es clave para abrirse paso en el mercado.
¿Qué formación requiere el abogado joven para crecer profesionalmente, solo jurídica o también en otras áreas?
La base, a nivel académico, de cualquier profesional del mundo de la abogacía debe ser, indudablemente, la especialización y la continua formación. Es impensable, bajo mi punto de vista, crecer profesionalmente si no se pone el foco claro en una determinada materia.
¿Qué herramienta o solución de gestión de despacho utilizas?
Gestiono los expedientes digitalmente a través de programas informáticos en los que introduzco, básicamente, los datos personales del cliente, los datos del expediente a nivel interno, los datos judiciales del asunto y los honorarios, así como algunas observaciones como las horas dedicadas o las últimas conversaciones con el cliente en cuestión. Una hoja Excel elaborada, por ejemplo, puede ser una primera opción bastante eficiente para llevar a cabo dicha gestión.
¿Qué papel juega hoy día el uso profesional de página web, blog, redes sociales para un abogado joven?
Creo absolutamente en la máxima de que “si no estás en internet, no existes”. Como ya apuntaba anteriormente, es imprescindible tener presencia en internet a través del uso de perfiles en redes sociales y/o página web/blog.
¿Qué es para ti el despacho inteligente?
Por “despacho inteligente” entiendo aquel que cuenta con herramientas digitales óptimas para la gestión de expedientes, en el que la informática es la principal herramienta de trabajo y en el que se implanta la posibilidad de trabajar de manera remota. Poder acceder a una “nube” desde cualquier lugar y en la que se encuentra toda la información del despacho es un tren al que todo profesional debería subirse.
La digitalización debe ser una prioridad.
¿Crees que la implantación de soluciones basadas en Inteligencia Artificial o los chatbots terminarán sustituyendo a los abogados, y por qué?
Es natural mirar con recelo estos nuevos avances tecnológicos, pero creo sinceramente que la abogacía es una profesión basada en la confianza abogado-cliente que nunca podrá ser suplida por ninguna máquina. Tenemos que ver la Inteligencia Artificial como un complemento más, no como una sustitución.
¿Hacia qué nuevas áreas, cometidos y funciones debe orientarse y desarrollarse profesionalmente el abogado?
Existen áreas de negocio emergentes en las que poder centrarse profesionalmente, como el ‘blockchain’, la realidad virtual, el e-commerce y contratos electrónicos, las innovaciones médicas, o la inteligencia artificial misma.