El vocal Vicente Guilarte es el siguiente en la lista para asumir la presidencia del CGPJ por ser su miembro de mayor edad.
En un principio, el Pleno estaba previsto para el día 20 pero Mozo acordó adelantarlo con la "idea" de que sea su despedida oficial de un órgano que, con la suya, sumará cinco bajas en los casi diez años que lleva operativo --desde el 4 de diciembre de 2018 en funciones--.
La de Mozo es una baja inevitable por cuanto llegó al CGPJ por el turno reservado para jueces y magistrados, de modo que, una vez llegado a la edad de jubilación obligatoria para éstos, los 72 años, y perdida, por tanto, la condición que le dio derecho a acceder al Consejo, debe abandonar también su asiento en el órgano de gobierno.
Con ello, el CGPJ pasará de tener 20 vocales más el presidente a tan solo 16 vocales, entre ellos el mandatario interino. En estos años, el Consejo ha sufrido la jubilación de Rafael Fernández Valverde, el fallecimiento de Victoria Cinto y las dimisiones de Concepción Sáez y Carlos Lesmes. La salida voluntaria de éste el pasado 9 de octubre, con el frustrado objetivo de animar al acuerdo político, fue la que propició el ascenso de Mozo, por ser entonces el vocal de mayor edad.
Debate sucesorio
Conforme decidieron entonces los vocales, la Presidencia interina del CGPJ debe recaer en el vocal de mayor edad, que con la jubilación de Mozo será Guilarte.
Fuentes del órgano de gobierno de los jueces consultadas por Europa Press indican que el principal obstáculo para que Guilarte releve a Mozo es que el cargo exige una dedicación exclusiva, por lo que debería renunciar a su despacho de abogados.
Si finalmente optara por no aceptar la suplencia, las fuentes explican que implicaría también su cese como vocal. El siguiente en la lista es el magistrado del Tribunal Supremo (TS) Wenceslao Olea.
Después de las elecciones del 23-J
La intención de Mozo era dejar resuelta su sucesión en el Pleno del próximo miércoles, conforme indican las citadas fuentes. Pero lo más probable es que no sea así porque, técnicamente, el vocal progresista permanecerá en el cargo hasta las 23:59 horas del 19 de julio, por lo que se espera que haya que convocar un cónclave extraordinario para despejar la incógnita.
En este sentido, algunas voces del CGPJ entienden que lo más apropiado es dejar pasar las elecciones generales del 23 de julio para celebrar este segundo Pleno y que, hasta entonces, Guilarte se ocupe de las urgencias que puedan surgir. La reunión extraordinaria podría tener lugar el mismo lunes después de la cita con las urnas, el día 24, precisan.
El cambio en la Presidencia será la última convulsión del CGPJ antes de que, superado el 23-J, se abra otra "ventana de oportunidad" para renovarlo, ventana que las fuentes atisban ante la llegada de un nuevo Gobierno; las más de 80 vacantes en la cúpula judicial, por la imposibilidad legal de que un Consejo caducado haga nombramientos discrecionales; y por el hecho "grave" de que el 4 de diciembre de 2023 llevará ya los mismos años con un mandato vigente que con uno expirado.