Entrevistamos a Amelia Inmaculada Aguilar, Letrada-Jefa de Servicio de Asesoría Jurídica del Patronato de Recaudación Provincial de Málaga. Agencia Pública de Servicios Económicos Provinciales.
¿Cuál ha sido su referente profesional femenino? ¿Por qué?
Como en todos los ámbitos, pienso que en los comienzos es bueno tener algún profesional que te pueda servir de referente. Se trata de observar lo que hace, no para pretender ser una copia, no, pues como dice la cita de Oscar Wilde "Sé tu mismo, los demás puestos ya están ocupados", pero sí para tenerlo de guía en el camino que inicias.
Nada más empezar mi vida profesional con mi incorporación a la Administración Pública, me quedé fascinada por Ángela Acín Ferrer, Directiva en aquél momento -y durante muchos años- de uno de los Organismos Públicos más importantes de la Administración tributaria local española, eminente y reconocida funcionaria estatal, escritora de libros, artículos doctrinales y, lo fundamental, había revolucionado la manera de dirigir una carrera profesional. Pero, sobre todo, lo que hizo que se convirtiera en un referente para mí, es que tenía un carácter con el que me podía sentir identificada, un modo de enfocar la profesión que era con el que yo soñaba cuando era estudiante -y que se traducía en ser siempre una misma-, y una pasión por la vida y las personas de la que era totalmente defensora. Así que, desde el inicio, tuve un refuerzo positivo grande para tener claro que podía seguir siendo yo pese a lo hostil que en determinados momentos pudiese ser el trabajo, pese a su gran complejidad y mi juventud, y, sobre todo, pese a la escasez de mujeres con titulación de licenciada y puesto similar que había entonces en mi entorno.
¿Qué medidas habría que implantar en el ámbito laboral para combatir la brecha salarial?
Partamos de que ya en el año 1945 la Declaración Universal de Derechos Humanos establecía que toda persona tiene derecho, sin discriminación alguna, a igual salario por igual trabajo. Y que, desde esa fecha hasta el día de hoy, han sido numerosas las normas que han abogado por esta igualdad y por evitar la brecha salarial. En este sentido, en España existe la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de mayo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, con lo cual, marco normativo tenemos.
El problema es que las leyes no se cumplan y no exista un sistema sancionatorio fuerte en los casos de incumplimiento.
Aclarado lo anterior, en respuesta a la pregunta de qué medidas habría que implantar para evitar la brecha salarial entre mujeres y hombres, creo que es interesante conocer las medidas que aplican las empresas con distintivo "Igualdad en la Empresa" para eliminar la brecha salarial de género y que tiene publicadas el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.
Son medidas que atienden tanto a la detección, análisis y evaluación de la brecha salarial, como a los puestos de trabajo, retribuciones -destacable la transparencia en las mismas- y, muy importante, a la promoción profesional con acciones positivas dirigidas expresamente para la promoción de mujeres a puestos de responsabilidad.
De todos modos, dado que el ser humano es un animal de costumbre, en una sociedad donde tradicionalmente la dirección ha estado a cargo de hombres, romper esa inercia solamente es posible, además de con la ley en la mano, invirtiendo en una educación igualitaria de verdad. Se hace imprescindible contar con un profesorado verdaderamente formado en temas sensibles como éste, previo Pacto de Estado por esa educación igualitaria. Ello traerá consigo que los niños de hoy sean, el día de mañana, adultos que tendrán interiorizada la igualdad y que, en el entorno laboral, asumirán con naturalidad la retribución por igual de hombres y mujeres. Mientras que no exista un cambio real en la sociedad, todo lo demás será impostado. Primero hay que cambiar la forma de pensar, de ser y de actuar. Sólo así se conseguirá, a la larga, cambiar las estructuras políticas o sociales. Este es el orden lógico y natural.
¿Qué opina del proyecto de ley del País Vasco que pretende equiparar los permisos de paternidad y maternidad? ¿Podría hacerse una regulación similar a nivel nacional?
Me parece una excelente idea. Dejando a salvo, por razones evidentes, a la familia monoparental, si dos son los progenitores, la responsabilidad es de los dos. Y que no sea transferible a la madre, impide tanto al otro progenitor como al empresario, en su caso, hacer dejación de derechos. Es evidente que el proyecto de Ley del País Vasco emula, con particularidades, a los países nórdicos, donde por cierto no se habla de permiso de paternidad o maternidad, sino de permisos parentales. El cambio en el uso del lenguaje también es importante, porque contribuye a interiorizar que esto no es sólo tarea de la madre además de que es más inclusivo.
En línea con lo anterior, evidentemente debería ser un proyecto de ley nacional y en el que todas las Comunidades Autónomas estuviesen alineadas. Hace falta, igual que en el caso del Pacto Nacional por la educación, uno por la igualdad en el cuidado de los hijos. Con ello podrían ir evitándose lo que los expertos llaman los procesos microsociológicos: es decir, una suma de pequeños detalles, tanto en el ámbito personal como laboral, que son reveladores de desigualdad y que acaban afectando al progreso de un país.
Para el día del 8M se ha convocado por primera vez una huelga general feminista. ¿Cree que así se fomenta la concienciación de la sociedad sobre la desigualdad?
Totalmente. Toda iniciativa que ayude a dar visibilidad a una situación injusta objetivamente según datos y estadísticas oficiales, y siempre que no sea patrimonializada por ningún partido político, porque esto es de todos, es de recibo. Toda acción que contribuya a despertar las conciencias y a iniciar un camino de no retorno, siempre debe ser bienvenida. Una vez más, con ello seguimos la estela de lo que ya en los años 70 hacían los países nórdicos, en este concreto caso Islandia, donde en 1975 el 90% de las mujeres pararon sus trabajos dentro y fuera del hogar para protestar por la desigualdad. Así que vamos con años de retraso. Pero lo importante es no parar. E importante es también no olvidar el significado de la palabra feminismo, esto es, igualdad de hombres y mujeres.
Al respeto de la Futura Ley de retribución salarial ¿cuál es su opinión?
Evidentemente, en línea con mis respuestas anteriores, celebro todas las medidas que evalúen el desempeño real, con independencia del sexo de la persona.
