A pesar de que las instalaciones de la Cámara baja se han ido modificando en los últimos años por la presencia de varios diputados con discapacidad física que se movían en silla de ruedas, el hemiciclo aún no se ha adaptado plenamente a las necesidades de estas personas, en parte por su valor patrimonial y artístico.
Para su presencia en los plenos, la solución ha sido situarlos en la parte más alta de la sala, conocida como 'gallinero', en la que están los únicos escaños a los que se puede acceder en ascensor. Cuando quieren intervenir se les facilita una mesa auxiliar y un micrófono en el centro del hemiciclo, cerca de la mesa de las taquígrafas, ya que a la tribuna sólo se accede por escaleras.
Precisamente en estas semanas la Cámara baja se está replanteando esta situación tras el nombramiento de Pablo Echenique como portavoz parlamentario de Unidas Podemos, un diputado que padece atrofia muscular espinal. Este cargo implica que su escaño debería estar en la primera fila de su grupo parlamentario y un mayor número de intervenciones en los debates.
Respeto a los valores patrimoniales
Tanto en la sesión constitutiva de la XIV Legislatura (el 3 de diciembre) como en las diferentes jornadas de debate de la sesión de investidura de Pedro Sánchez (a principios de este mes), el dirigente morado ha seguido las sesiones en el centro del Salón de Plenos, delante de los sillones que ocupa el Gobierno y sin la compañía de nadie de su formación.
Esta situación es la que ha denunciado el CERMI en su informe. Se trata de un escrito que le encargó la Mesa de la Cámara en octubre, con el objetivo de que el comité planteara los problemas de accesibilidad del Hemiciclo y propusiera soluciones manteniendo "el respeto a los valores artísticos e históricos".
Fuentes del CERMI han explicado a Europa Press que los resultados del estudio se entregaron el pasado diciembre y la Cámara baja estudia ahora su contenido. "Hay soluciones técnicas para contrarrestar los problemas que presenta ese entorno. Se pueden conciliar los valores en juego, accesibilidad, protección del patrimonio y respeto a una imagen social muy consolidada", aseguran las mismas fuentes.
"No es una intervención fácil" pero es "factible"
Las principales preocupaciones de la organización es que las personas con discapacidad puedan acceder en silla de ruedas "a la tribuna de oradores", que "pueda ser miembro de la Mesa" de la Cámara y que pueda "usar la bancada del Gobierno" si es ministro.
"Los factores ambientales, el que sea un edificio antiguo (de la primera mitad del siglo XIX) con grado de protección elevado, con gran presencia y familiaridad visual en la retina colectiva hacen que no sea una intervención fácil, pero sí podemos afirmar que es factible", señalan a las mismas fuentes.
Se espera también la opinión de Patrimonio Nacional, el tercero en discordia ante esta situación. El Congreso también le ha encargado un informe para contrastar las propuestas de modificación que ha realizado el CERMI y encontrar la "solución más acertada".