En un comunicado, el Defensor del Paciente ha detallado que la afectada, de 60 años, acudió a su consulta, con objeto de mejorar el deterioro de su cavidad bucal, efectuándose por tal motivo tres implantes dentales.
Sin embargo, ha indicadao que el resultado fue de empeoramiento general, ya que "se produjeron parestesias con pérdida de sensibilidad en todo el lado derecho de la boca". "Hubo un allanamiento parcial a la demanda, sobre todo por el hecho de no existir consentimiento informado, reconociendo el demandado los hechos y daños por valor de 15.000 euros", ha apuntado.
Asimismo, ha añadido que el procedimiento prosiguió hasta la citada sentencia, que estima, además, que no se valoró el síndrome depresivo provocado en la paciente por estos hechos, fijando la cuantía en 19.664 euros, si bien la aseguradora que representa al odontólogo ya había abonado en diciembre de 2009 un total de 15.746 euros, por lo que falta por abonar 3.917 euros.
La defensa jurídica de la paciente fue asumida por la abogada Soledad Raso Périz, especialista en derecho sanitario y adscrita a los servicios jurídicos de El Defensor del Paciente en Baleares.