INTERNET Y TECNOLOGÍA

El sector judicial ante el reto de la transformación digital

Tribuna
Matilde-Lorente_EDEIMA20160930_0002_1.jpg

La necesidad de adaptarse a la era digital por parte de cualquier organización ya no es cuestionable. La denominada transformación digital juega un papel crucial tanto para ciudadanos como para empresas e instituciones ya que permite impulsar la eficiencia, la productividad y el crecimiento, lo que se traduce en una toma de decisiones más ágil, una mayor automatización y un servicio al cliente o al ciudadano de calidad.

Al igual que muchos otros sectores económicos, el sector judicial está afrontando importantes cambios para adaptarse a este nuevo contexto. Tribunales, juzgados y colegios de profesionales (abogados, procuradores, notarios, registradores..)  deben afrontar un proceso de modernización que apueste por la transformación digital, la trasparencia y la innovación. El objetivo es  mejorar la calidad y eficiencia del sistema judicial, así como el acceso de los ciudadanos a la justicia y la atención y el servicio a colegiados, ciudadanos y sociedad en general.

Sin lugar a dudas, la tecnología es el aliado indispensable para ayudar a todos estos organismos a lidiar con este nuevo marco de transformación digital y liderar un proceso de modernización que les ayudará a seguir siendo una clara referencia institucional.  

Infraestructura flexible y escalable

La innovación y la aparición de nuevas capacidades como el big data, la computación en la nube, la movilidad o la computación cognitiva, han creado el entorno tecnológico más potente que haya existido nunca.

Para abordar esta transformación digital,  el sector judicial debe apostar por un nuevo modelo de infraestructuras tecnológicas, que haga posible aprovechar las ventajas de todas estas capacidades -cloud, seguridad, analítica cognitiva, enfoque colaborativo y social, movilidad y acceso multidispositivo e integración de servicios y aplicaciones- para mejorar su funcionamiento y la interacción con profesionales y colegiados independientemente del horario, lugar, pico de actividad o canal que se utilice (presencial, telefónico, correo electrónico, chat online, app móvil, página web, etc).

En este sentido, uno de los principales vectores de cambio son las tecnologías en la nube, por lo que podemos afirmar que estas tecnologías son el perfecto aliado para ayudar al sector judicial a realizar con éxito el proceso de transformación necesario para operar en el complejo entorno actual.

Contar con una sólida y eficiente infraestructura tecnológica en la nube le permitirá cumplir con los estándares de seguridad, disponer de una capacidad de proceso y almacenamiento más flexible y optimizar el aprovechamiento de la movilidad. Además, “la nube” es una plataforma flexible, que se ajusta a las diferentes demandas y necesidades de actividad, de tal forma que, en un modelo de pago por uso, sólo se paga por mayores capacidades de computación en el momento en que esta se necesita, y en momentos de menor carga de trabajo, por el mínimo de la capacidad utilizada.

Asimismo, un valor añadido de la computación en la nube es que garantiza el cumplimiento con las normativas vigentes de protección de datos y permite albergar de forma segura aplicaciones para funciones críticas de negocio –como correo electrónico o análisis de datos, así como servicios para la detección de intrusos o administración de la seguridad de la información, requisitos tan relevantes en el sector de la justicia.

Además de las habituales amenazas y riesgos de seguridad, estos organismos se enfrentan a barreras de costes y tiempo, que hacen que en ocasiones estos cambios sean más lentos. La flexibilidad, la reducción de costes y la facilidad de gestión asociada al modelo cloud permiten minimizar estos retos.

En definitiva, las instituciones judiciales más eficientes y que permitirán un mejor acceso a la justicia serán aquellas capaces de adaptar su modelo de negocio y sus operaciones a la ‘nueva era tecnológica’, dominada por fenómenos como el cloud o el Big Data. Para manejar información cada vez más confidencial y enfrentarse a un entorno cada vez más móvil la única opción es apostar por la transformación del negocio, donde la nube marca un camino ineludible.



ElDerecho.com no comparte necesariamente ni se responsabiliza de las opiniones expresadas por los autores o colaboradores de esta publicación