Una nueva profesión ha nacido al amparo de las nuevas tecnologías con una gran demanda: es la figura del Perito judicial Informático. El perito Judicial Informático o Perito Auditor Forense es un profesional dotado de conocimientos especializados en materia de las nuevas tecnológicas, a través de su capacitación y experiencia, que suministra información u opinión fundada a profesionales, empresas y a los tribunales de justicia sobre los puntos litigiosos que son materia de su dictamen.
El es el encargado de analizar los diferentes elementos informáticos, y buscar aquellos datos que puedan constituir la evidencia digital que servirá, de manera contundente, para el esclarecimiento del litigio al que ha sido asignado en un proceso legal, solucionando de esta manera los aspectos y conocimientos que el juez o los tribunales no están obligados de conocer.
Puede ser nombrado judicialmente y propuesto por una o ambas partes (y luego aceptados por el juez), ambos ejercen la misma influencia en el juicio.
Entre sus funciones esta la función de asesorar, emitir informes judiciales o extrajudiciales, a partir de sus conocimientos científicos y técnicos siendo su papel el de auxiliar de Magistrados, Jueces, Abogados, Tribunales... y a cuantas personas lo necesiten a través de sus conocimientos según lo dispuesto en la leyes.
En su carácter de auxiliar de la justicia tiene como tarea primordial la de asesorar al juez respecto a temas relacionados con la informática.
Para ejercer como Perito Judicial informático en España es indispensable una titulación oficial o por una Asociación Profesional de Peritos Informáticos, reconocida por el Ministerio del Interior como ANTPJI, en la que haya acreditado sus conocimientos y su pericia.
Su titulación le acredita como encargado experto con amplios conocimientos sobre informática y legalidad para que avale cualquier conocimiento, vestigio, prueba o hecho de cualquier índole, que pueda ser imputable como delito.
Su acreditación profesional es suficiente para ejercer en los Juzgados y Tribunales españoles, de conformidad con lo establecido en los artículos 340 y 341 de la LEC y la instrucción 5/2001 de 19 de diciembre del Consejo General del Poder Judicial y el Protocolo de 9 de febrero de 2005, modificada recientemente por el Acuerdo del Pleno del Consejo General del Poder Judicial de 28 de octubre de 2010 sobre la remisión y validez de las listas de Peritos Judiciales remitidas a los Juzgados y Tribunales por las Asociaciones y Colegios Profesionales, publicado en el BOE nº 279 de 18 de noviembre de 2010, págs. 96464 y ss.
Cuando un Perito Informático es nombrado por un Juez, Magistrado o Administración, automáticamente se convierte en auxiliar de la justicia y debe realizar la función pública de acuerdo con el cargo conferido; de igual manera que la policía judicial y se rigen por las leyes y reglamentos especiales (art. 470 a 480, LOPJ).
En el ámbito jurídico, el Perito Judicial Informático es un profesional nombrado por la autoridad del proceso, a fin de que mediante juicio científico-técnico, dictamine con veracidad e imparcialidad, opinando y emitiendo conclusiones sobre puntos concretos relacionados con hechos o circunstancias, sus causas o efectos, para cuya apreciación son indispensables conocimientos especializados.
El Peritaje Informático es aportado en función de los conocimientos del Perito Informático, la localización de las evidencias electrónicas, la metodología, las herramientas y la aplicación de su especialización en la realización de todas las pruebas digitales, combinando la auditoria forense y su pericia.
El anonimato que da la nube, la pantalla del ordenador y la cantidad de información que circula libremente es usada por delincuentes que utilizan la tecnología para facilitar el cometimiento de infracciones y eludir a las autoridades. Este hecho ha creado la necesidad de que tanto los Cuerpos de Seguridad del Estado, la Policía Judicial, la Fiscalía y la los distintos profesionales de la Justicia deban especializarse y capacitarse en estas nuevas áreas en donde las TICs1 se convierten en herramientas necesarias en auxilio de la Justicia y la persecución de delito y el delincuente.
La obtención de Información digital (evidencias electrónicas) se constituye en una de las facetas útiles dentro del éxito de en una investigación criminal, aspecto que demanda de los Peritos Informáticos encargados de la recolección preservación, análisis y presentación de las evidencias digitales una eficaz labor que garantice la autenticidad e integridad de dichas evidencias, a fin de ser utilizadas posteriormente ante el Tribunal.
Cada día se va requiriendo más la figura del Perito Informático al proceso judicial, ya que sin duda las nuevas tecnológicas dominan cada sector, industrial, profesional, personal y su pericia e investigación en la localización de evidencias electrónicas hace más necesaria su dictamen como valor probatorio de un procedimiento judicial.
No hay que olvidar que la prueba dentro del proceso penal es de especial importancia, ya que desde ella se confirma o desvirtúa una hipótesis o afirmación precedente, se llega a la posesión de la verdad material.
De esta manera se confirmará la existencia de la infracción y la responsabilidad de quienes aparecen en un inicio como presuntos responsables, todo esto servirá para que el Tribunal de Justicia alcance el conocimiento necesario y resuelva el asunto sometido a su conocimiento.
El objetivo del Perito Informático es la de recuperar los registros y mensajes de datos existentes dentro de un equipo informático, de tal manera que toda esa información digital, pueda ser usada como prueba ante un tribunal.
La Administración de Justicia, está comprobando lo infalible y rápido que resulta la localización de las evidencias digitales, que sirven para el esclarecimiento de los caso.
El Perito Judicial Informático debe tener ciertas cualidades adecuadas para su correcta función, entre ellas están una integridad intachable para determinar neutralmente los hechos sin ninguna preferencia o afición por ninguna de las partes.
Debe poseer un perfil técnico, con amplios conocimientos legales con una formación Universitaria en derecho procesal civil, penal, administrativo y laboral que le permitan desarrollar su tarea sin que la misma sea descalificada o impugnada durante su presentación judicial.
Tiene que ser experto y tener conocimientos forenses, de investigación legal y criminalística; siendo de vital importancia que esté familiarizado con las pruebas electrónicas. La evidencia electrónica (información de valor probatorio almacenada o transmitida en forma digital) es una realidad. Actualmente se observa la convergencia de técnicas de análisis, estrategias y procedimientos científicos que se disponen para obtener, revisar, analizar y salvaguardar la exactitud y la confiabilidad de este tipo de evidencia.
Se exige además de la formación pragmática y académica la adquisición de habilidad técnica y científica usando un lenguaje científico, no cientificista, que permita al profano en esta ciencia comprender el mismo.
Ante el creciente desarrollo de la criminalidad en medios informáticos, es de suma importancia no arrojar ninguna duda sobre los medios probatorios tecnológicos correspondientes para recoger, analizar y sustentar hipótesis sobre escenarios donde la tecnología actúa como medio o fin para configurar una conducta ilícita.
El dictamen del Perito Judicial Informático, es una declaración de ciencia que debe sustentarse en reglas probadas, lógicas y verificadas que prevalecen en su cultura científico-técnica, y ha de valerse de los procedimientos técnicos forenses en medios electrónicos que fortalecen y desarrollan una línea de investigación forense en informática.
Las tareas a desarrollar por el perito informático no son distintas de la de otros peritos judiciales. Por lo tanto deberá recopilar la información que es puesta a su disposición, analizar la misma en busca de los datos que el juez le ha requerido y emitir un informe o dictamen en donde vuelque las conclusiones de la investigación realizada.
Deberes del Perito Informático: Aceptar el cargo que le es asignado, colaborar con el resto de los peritos o consultores técnicos y declarar ante el juez en el caso de que este lo requiera. Fundamentar sus conclusiones técnicas, expresando claramente los elementos analizados y las técnicas utilizadas para llegar a las mismas. Respetar el código de ética que le impone su profesión.
Áreas de actuación de los Peritos informáticos: Propiedad industrial: espionaje y/o revelación de secretos. Acceso o copia de ficheros de la empresa, planos, fórmulas, costes, Uso de información: Competencia desleal de un empleado. Vulneración de la intimidad. Lectura de correo electrónico. Despido por causas tecnológicas. Valoraciones de bienes informáticos. Interceptación de telecomunicaciones. Protección de datos personales y datos reservados de personas jurídicas. Apoderamiento y difusión de datos reservados. Manipulación de datos o programas. Valoraciones de bienes informáticos. Hardware, redes y componentes (todos los sistemas). Instalaciones y desarrollos llave en mano. Vulneración de la buena fe contractual. Publicidad engañosa, competencia desleal. Delitos económicos, monetarios y societarios. Delitos contra el mercado o contra los consumidores. Delitos contra la propiedad intelectual. Uso de de software sin licencia. Piratería. Copia y distribución no autorizada de programas de ordenador. Daños mediante la destrucción o alteración de datos. Sabotaje. Estafa, fraudes, conspiración para alterar el precio de las cosas. Pornografía infantil: acceso o posesión, divulgación, edición. Uso indebido de equipos informáticos: daños o uso abusivo.
Sin duda, El Perito Judicial Informático, será el profesional más demandado por una sociedad cada vez más tecnológica y la prueba electrónica es reina en la investigación criminal actual.
APTI, se creó hace cinco meses con el objetivo de que los técnicos en la ciencia de la Informática valorizaran sus conocimientos, prestando un servicio a la Administración de Justicia y a la sociedad en general, hoy en día el grupo aglutina a más de 80 profesionales con presencia en cinco ciudades españolas y está en cuatro países.
Este tipo de iniciativas empresariales que fomentan el autoempleo, la capacitación profesional y el auxilio tecnológico a la sociedad es un ejemplo de cómo quedan aun nichos de mercado sin explotar.
Más información en www.antpji.com
ElDerecho.com no comparte necesariamente ni se responsabiliza de las opiniones expresadas por los autores o colaboradores de esta publicación