Según los hechos probados, los acusados trabajaban desde enero de 2012 en una clínica del madrileño distrito de Villaverde donde realizaban toda clase de trabajos de odontología como blanqueamientos dentales, limpiezas bucales, empastes o extracciones dentales sin tener la titulación de odontólogos o estomatólogos.
Junto a estas acciones, en la clínica también se llevaba a cabo la fabricación de prótesis acrílicas parciales hasta el cese de la actividad de la clínica, en mayo de 2013.
El COEM denunció este caso de intrusismo ante los Juzgados de Instrucción de Madrid después de conocer, en el desarrollo de una inspección rutinaria de la agencia de detectives colaboradora del Colegio, que en dicha clínica había personas sin la titulación académica necesaria ejerciendo la profesión de dentista.
Asimismo, una colegiada del COEM que había sido contratada por los intrusos para trabajar en la clínica, denunció el caso cuando supo que carecían de la titulación requerida. Se produjo entonces la intervención del Grupo V de la Inspección Central Operativa de la Policía Municipal de Madrid, unidad encargada de elaborar el atestado, que recopiló testimonios de pacientes y otros profesionales que habían prestado su trabajo en esta clínica.
"La lucha contra el intrusismo profesional es una prioridad para el COEM porque implica no sólo un importante riesgo para los pacientes, sino también un perjuicio para la profesión", ha señalado el doctor Ramón Soto-Yarritu, presidente del COEM.
Además de la pena de un año de prisión para cada uno de los acusados, se les impone del mismo modo la inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo que dure la condena.