Con motivo del Día del Abogado Joven, entrevistamos a Albert Jané, presidente de GAJ Barcelona
(Ver especial completo Día del Abogado Joven)
Con motivo del 31 de octubre, Día del Abogado Joven, y en este año tan agitado, en el que, entre otras cosas, ha continuado la comunicación y el trabajo en remoto como nueva forma de trabajar, entrevistamos a Albert Jané, presidente de GAJ Barcelona.
Desde el GRUPO DE LA ABOGACIA JOVEN DE BARCELONA (GAJ) estamos desarrollando actividades para incrementar la salud mental de la abogacia jove y que enmarcamos en tres grandes grupos:
1. Actividades de prevención (actividades sociales, afterworks, padel ...)
2. Actividades de corrección (curso de gestión de las emociones...)
3. Denuncia de abusos (GAJ t’escolta)
Entendemos que dentro de estos tres grandes ejes podremos, en la medida de lo posible, corregir el descuido emocional endémico que existe en nuestra profesión.
Tenemos mucha ilusión en estos proyectos, ya que son fundamentales para un ejercicio sano de la profesión.
La situación no es buena pero parece que tiende a normalizarse. Cierto es que la pandemia redujo las contrataciones de abogados/as jóvenes para contratos de prácticas y contratos como junior y ello se debe a la incertidumbre económica y la dificultad de formar a los abogados/as jóvenes sin que exista presencialidad.
Por los “inputs” del sector creemos que el teletrabajo se reducirá drásticamente y las principales videoconferencias serán las realizadas con los clientes para evitar movilidad a ambas partes. En consecuencia, creemos que la tendencia se revertirá en los próximos meses y volverán a normalizarse las pasantías como los contratos de junior.
El acceso al ejercicio profesional de la Abogacía podemos decir que se ha ralentizado a consecuencia de la pandemia vivida. Sin duda, las restricciones; la incertidumbre y el respeto a contraer el virus han mermado la contratación de abogados en prácticas y de jóvenes abogados/as en general.
Las relaciones interpersonales son el motor que permiten a la Abogacía Joven emprender y/o cambiar de puesto de trabajo y, en consecuencia, prosperar. Por lo tanto, es esencial que la Abogacía Joven Institucional pueda volver a generar y fomentar estos eventos que permitan esta necesaria interrelación.
Sin embargo, la pandemia ha servido para consolidar la implantación de ciertas tecnologías en las que la Abogacía Joven se siente muy cómoda y con las que es especialmente competitiva.
Por mi experiencia personal las más usadas han sido Google Meet; Zoom y Teams. Sin duda, estas plataformas deben garantizar la seguridad de las conversaciones y los intervinientes deberían establecer medidas de seguridad que mitiguen el riesgo existente. Estableciendo una contraseña que únicamente esté disponible para los participantes de la reunión sería suficiente para mitigar severamente el riesgo.
El nuevo Estatuto de la Abogacía corrige ciertos problemas que existían en el tema del secreto profesional aplicado a los abogados de empresa y, en este sentido, entendemos positiva la regulación surgida. Sin embargo, existen otros aspectos cuyo desarrollo en la práctica nos desvelará si realmente este nuevo estatutos es un acierto o un error.
Creo que la abogacía no va a sufrir una especial transformación tras la pandemia. Inevitablemente, los despachos de abogados han tenido que acelerar su transformación digital y se han visto obligados a implantar el teletrabajo, pero en ningún caso creo que el teletrabajo se aplique al 100% con todos los trabajadores ni con la totalidad de la jornada laboral. En consecuencia, volveremos donde estábamos y deberemos seguir luchando contra la precarización endémica de la abogacía joven.
El control de la pandemia y la reducción de los contagios es sin lugar a dudas el acontecimiento más importante, tanto desde un punto de vista sanitario, como económico, como jurídico.
La promulgación de la ingente normativa que se llevó a cabo durante la pandemia tensionó mucho el sector jurídico y obligó a los abogados a realizar un gran esfuerzo para poder “digerir” esa nueva normativa que, además, era trasversal y afectaba a todas las especialidades.