Entrevistamos a Juan Luis Márquez de Arcos, presidente AJA Cádiz, Secretario Federación Andaluza de Jóvenes Abogados.
El día 31 de Octubre se celebra el Día del Abogado Joven, en reconocimiento a su trabajo, dedicación y esfuerzo silencioso en la defensa de los derechos e intereses de la ciudadanía, así como en la mejora de la profesión y de la Administración de Justicia.
¿Cómo están afrontando el colectivo de Abogados Jóvenes la pandemia desde un punto de vista de profesional?
Los jóvenes, desde nuestros comienzos, nos enfrentamos a muchos retos, ya que nos incorporamos a un mundo copado por profesionales con varios años de experiencia, y unos clientes que valoran la seguridad que les ofrece un despacho de abogados con varios años de recorrido.
La pandemia también ha supuesto un cambio, en cierto modo, de desarrollar nuestro trabajo. Hemos visto cómo se están practicando declaraciones judiciales por videoconferencias, incluso en muchos partidos judiciales se han celebrado juicios y audiencias previas de forma on line. Y creo que ahí hemos destacado los jóvenes respecto a nuestros compañeros más veteranos.
Quizá los jóvenes abogados están teniendo más dificultades para ser contratados en grandes despachos, puesto que las contrataciones han disminuido por la crisis social y económica que estamos atravesando; pero también hemos visto cómo cada vez más son los jóvenes que comienzan la aventura de abrir su propio despacho, o unirse a otros compañeros para montar un bufete, y estoy seguro que todos saldremos adelante.
¿La Covid-19 y lo que ello conlleva e implica jurídicamente supone una oportunidad para la Abogacía Joven atendiendo a todo lo que puede ofrecer el abogado y abogada joven al mercado?
Como se dice en estas situaciones, los periodos de crisis pueden suponer periodos de oportunidades. Y esta pandemia ha hecho que reluzcan, más si cabe, las fortalezas y virtudes de los jóvenes abogados y abogadas ya que estamos más preparados en redes sociales, nuevas tecnologías, publicidad y potenciación de marca, que quizá profesionales más veteranos.
El hecho de que los clientes no puedan desplazarse como antes al despacho, hace que las consultas on line, por email, videoconferencia, etc, cobren más valor en estos tiempos, y los clientes vienen demandado también estos servicios para resolver sus problemas o consultas.
También la Covid-19 ha traído consigo nuevos problemas jurídicos, a nivel de arrendamientos, contratos, derecho de familia; a los que los jóvenes podemos adaptarnos y aprender más rápidamente por la capacidad que tenemos de estar en continuo aprendizaje.
La crisis por la expansión del COVID-19 plantea retos tecnológicos afectando a la forma de trabajar de los despachos de abogados y también a la forma de relacionarse con sus clientes. ¿Qué recomendaría al abogado y abogada joven a la hora de afrontar tecnológicamente esta nueva coyuntura?
Tenemos que aprovechar todas las ventajas que nos ofrecen las nuevas tecnologías. Personalmente considero que es fundamental tener tu despacho y los expedientes digitalizados, además de contar con un servicio conectado a la nube para sincronizarlo. Esto me sirvió mucho en los meses de confinamiento para poner al día asuntos y seguir atendiendo a los clientes de forma telemática desde casa.
Igualmente es vital tener una página web, este hecho da confianza a los clientes, y a nosotros nos posiciona y nos define en la red. Una buena página web puede llegar a ser el reflejo de tu marca y ,en definitiva, de tu despacho.
Pensando en el futuro escenario post Covid-19 ¿cambiará el modo de relación abogado-cliente en el contexto de una nueva normalidad, o por el contrario volveremos a una situación similar a la previa de la crisis?
Estoy convencido que la crisis de la Covid-19 ha cambiado la relación abogado-cliente, y este cambio ha venido para quedarse. El uso de las nuevas tecnologías ofrece al cliente cierta inmediatez en el contacto con su letrado o letrada, ya sea para atender una consulta por teléfono, video llamada; como para enviar y remitir documentación de forma casi instantánea y en cualquier momento.
Durante los meses de cuarentena, desde mi casa en Cádiz, pude tener contacto, casi a diario con clientes de Madrid o de Canarias, solo usando mi portátil y una web cam, siendo esta forma de relación con el cliente la que va a permanecer en el futuro.
No obstante seguirá siendo necesario el modo de trabajo tradicional, como la asistencia a sala, o reuniones presenciales con los clientes que necesiten acudir al despacho.
Teniendo en cuenta que esta crisis sanitaria ha transformando los modelos de trabajo dando un protagonismo sin precedentes al teletrabajo ¿Cuál es su opinión desde el punto de vista de la conciliación de futuros abogados?
La conciliación familiar y laboral es el principal caballo de batalla en nuestra profesión, y tenemos que seguir luchando para que sea real. Siempre ha sido difícil alcanzar una verdadera conciliación en la abogacía, y ahora se torna más difícil puesto que los clientes nos pueden llamar o escribir un email a cualquier hora. En este caso, los abogados autónomos tenemos que fijar un horario de trabajo y otro de ocio y de vida personal, ya que sino el ritmo de vida puede llegar a ser caótico.
Por otro lado, considero que el teletrabajo ha venido para quedarse, tanto para abogados y abogadas contratados por cuenta ajena, como autónomos. Y lo recibo como un logro si conseguimos regular esta figura de una forma justa y que no dé lugar a abusos por parte de los clientes o de medianos y grandes despachos.
Gracias a la aplicación de tecnología los futuros abogados disponen de nuevas herramientas y soluciones (plataformas o software) para optimizar la gestión de los despachos.
¿Qué soluciones/ herramientas entienden como imprescindibles a la hora de adaptarse a la evolución de los nuevos modelos de trabajo donde el teletrabajo obtiene mayor protagonismo?
Yo personalmente no podría vivir sin la nube, es la herramienta de software que más valoro. Me permite hacer juicios accediendo al expediente digital desde mi Tablet, evitando cada vez más el uso de papel; puedo ir a visitar a clientes y llevar todos los informes, resoluciones, en mi móvil o portátil, y tener acceso en todo momento.
Otra herramienta que valoro como imprescindible es una buena base de datos, para consultar jurisprudencia, descargar modelos o formularios, y resolver dudas profesionales de aquellas áreas del derecho que quizá no toque habitualmente.
¿Qué disciplina formativa recomiendan para los futuros profesionales de la abogacía? ¿Por qué?
En cuanto a formación, y debido a la llegada de la pandemia, con lo que ello supone de limitaciones de aforo, ha supuesto que la formación sea cada vez más demandada de forma on line. Desde AJA Cádiz, y con ayuda de nuestro Colegio de Abogados, hemos conseguido que todos los meses tengamos una jornada formativa on line, en la que se han traído temas de candente actualidad, como puede ser el fenómeno de los okupas, régimen sancionador durante el estado de alarma, etc.
La Covid – 19 ha cambiado las necesidades de los clientes, ha puesto de relieve nuevos problemas jurídicos a todos los niveles, y es por ello que estas jornadas formativas deben ir encaminadas a mantenernos al día de todas aquellas nuevas cuestiones que se van suscitando.
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