Licenciado en Derecho por ICADE, experto en Reestructuraciones empresariales por el IE, y profesor asociado en la Facultad de Económicas y Derecho de la Universidad Antonio de Nebrija, Gómez acumula más de 25 años de experiencia en materia de Reestructuraciones e insolvencias, así como una elevada especialización en el área Concursal tras haber ejercido como Administrador concursal en más de medio centenar de procedimientos.
Tras su paso por despachos como Andersen y Ceca Magán, el letrado inicia esta nueva etapa en Selier Abogados “ilusionado y altamente motivado”, consciente del gran reto que tiene por delante. “Desde que se publicase la Ley 16/2022 de reforma del texto refundido de la Ley Concursal el pasado mes de septiembre, todos los profesionales que nos dedicamos a esta práctica del Derecho estamos inmersos en una vorágine de causas y procedimientos en los que tanto las personas físicas y autónomos, como las propias empresas, se juegan su futuro más inmediato”.
Para Gómez, que en los últimos años ha liderado todo tipo de operaciones relacionadas con reestructuraciones de empresas, concursos de acreedores y la aplicación de la denominada ley de la segunda oportunidad, su objetivo fundamental como responsable de este departamento reside en “afrontar con plenas garantías y seguridad jurídica cualquier proceso concursal en el sector empresarial”.
Para alcanzar tal fin, Gómez estará arropado por un amplio equipo multidisciplinar que, “como ya es seña de identidad en esta firma, pondrá todo su expertise y recursos a disposición de cada cliente con el firme propósito de prestar un servicio de gran calidad y rigor técnico”.
Como afirma el propio Gómez, con esta apuesta, “Selier Abogados aspira a posicionarse en el sector de la solvencia como una firma de referencia en lo que atañe al futuro de nuestro Derecho Concursal”. Sin duda, una declaración de intenciones “por el futuro del derecho a la insolvencia basada en la fase pre-concursal, en los procesos de reestructuración, en las ventas de unidades productivas en fase preconcursal, el Pre-Pack, en la tendencia de evitar que las empresas entren en liquidación y puedan desaparecer en este momento de incertidumbre por el que atraviesa nuestro sistema económico financiero”, apunta el abogado.
“Todo ello –añade– sin olvidar, por supuesto, el ámbito del tradicional Derecho Concursal, desde el que actuaremos como letrados instantes de concursos o como administradores concursales”, sentencia.
2023, un año en clave concursal
Uno de los puntos cardinales del concurso de acreedores es evitar la liquidación de aquellas empresas que puedan llegar a ser viables, aunque se encuentren en situación concursal. Y es que, como asegura Gómez, “el fin último de todo concurso no es la liquidación y el posterior cierre de una compañía, sino mantener la actividad empresarial de aquellas organizaciones que, encontrándose en situación de insolvencia, puedan tener viabilidad y continuar su actividad”.
“Con ello, seremos capaces de proteger los intereses generales de la economía, el tejido empresarial, mantener el empleo y poder satisfacer los derechos de crédito en la cuantía que corresponda a los intereses de los acreedores del concurso”, añade.
Pero, ¿cómo conseguir este objetivo? Como asegura el nuevo socio director de Selier Abogados, “una de las alternativas con las que se encuentra el profesional de la insolvencia para evitar la liquidación es intentar conseguir la venta de la Unidad Productiva, una herramienta que, junto con la figura del Pre-Pack, se ha convertido en lo que llevamos de 2023 en la estrella de la reforma de la Ley Concursal”.
