El decanato del partido judicial de Valencia puso en marcha el 13 de diciembre de 2011 un servicio de ruedas de reconocimiento para favorecer la práctica de ruedas de reconocimiento en aquellas causas con imputados en libertad. Es fruto de la colaboración entre el Decanato e Instituciones Penitenciarias. A los condenados a trabajos en beneficio de la comunidad se les ofrece la posibilidad de cumplir la pena colaborando con la Justicia participando en ruedas de reconocimiento. Cada mañana, una media de 60 personas condenadas a trabajos en beneficio de la comunidad acuden a la Ciudad de la Justicia de Valencia a una oficina especialmente dedicada a la organización de ruedas de reconocimiento.
Los distintos juzgados de instrucción que tienen causas con imputados en libertad y que entienden necesario, y así lo han acordado, practicar rueda de reconocimiento como diligencia para contribuir al esclarecimiento de los hechos cursas una solicitud. En ella, detallan las características físicas de las personas que necesitan en participen (edad, complexión, altura, rasgos físicos...). La oficina escoge de entre las personas que acuden cada mañana los perfiles más adecuados. Se les cita y se celebra la rueda de reconocimiento.
Durante este primer año de funcionamiento del servicio, los juzgados de Instrucción de Valencia (y desde hace algunos meses también, entre otros, los de Mislata, Paterna, Picassent o Torrent) han cursado 257 peticiones de ruedas de reconocimiento (que suponen, en realidad 285 porque hay asuntos con más de un imputado). De ellas se han celebrado más de 150 y el calendario de convocatorias se extiende ya hasta febrero. Un centenar de las convocatorias realizadas no se han podido celebrar mayoritariamente por incomparecencia de los testigos y en una veintena de casos por incomparecencia del imputado.
El servicio permite que una diligencia prevista en la ley y en ocasiones fundamental para el esclarecimiento de los hechos investigados pueda celebrarse. Antes de la existencia de este servicio, las ruedas de reconocimiento que se celebraban, siempre en relación con imputados en libertad, eran escasas. Durante años, se cumplimentaba el universo de personas que participaban en las ruedas de reconocimiento con personas en prisión que eran trasladadas expresamente para ello a dependencias judiciales. Ello suponía un coste adicional, por lo que implican los traslados penitenciarios. Pero además, esa práctica era discutida por los internos, que se opusieron a las excarcelaciones e hicieron llegar sus quejas a los juzgados de vigilancia penitencia.
Por ello, y para favorecer la práctica normalizada y sin coste de las ruedas de reconocimiento para imputados en libertad (por hurto, por robo, por agresión...), se creó este servicio, sugerido por los propios juzgados de Vigilancia Penitenciaria, que permite, además, aumentar las posibilidades de cumplir con las penas de trabajos en beneficio de la comunidad y la colaboración con la Justicia.
