El lenguaje no verbal, no solo abarca los gestos, también engloba la paralingüística (elementos que acompañan a la producción lingüística) y la interrelación con el espacio y el contexto interpersonal.
Durante mis años como formadora en la práctica jurídica, he observado a compañeros que están empezando y nunca se han enfrentado a un juicio y compañeros que, aunque tienen una gran experiencia en la práctica judicial, han condicionado hábitos no verbales inadecuados.
Los errores que cometen los letrados menos experimentados podemos resumirlos en los siguientes:
- Mala utilización del espacio físico. No existe interacción no verbal con el resto de interlocutores. Cuerpo rígido y empequeñecido, brazos cruzados, rodillas y pies adosados.
- Fijar la vista en el papel y leer.
- Manos debajo de la mesa.
- Evitación de la mirada directa. O si lo hacen, fijan la mirada en una sola persona.
- Respecto a los aspectos paralingüísticos: el tono de voz, generalmente bajo. Se tiende a aumentar la velocidad del habla con el fin de terminar lo antes posible. Un tono que no varía puede ser aburrido o monótono.
Los errores que cometen los más expertos son:
- Exceso de autosuficiencia, que en muchas ocasiones genera un lenguaje no verbal descortés. La invasión del espacio del compañero que esté a su lado.
- Intimidación a su oponente. Con gestos que denotan agresividad y mala ética profesional. Miradas intimidadoras y gestos de desprecio cuando el letrado de la otra parte está deponiendo, son algunos de los signos de lenguaje no verbal que me he encontrado en mis talleres de Simulación de Juicios y en mis propias vistas. En mi opinión, hay que delimitar convenientemente la línea que separa el buen hacer profesional y la falta de ética profesional.
- Dentro de los aspectos paralingüísticos, me he encontrado gran cantidad de letrados con años de experiencia profesional forense que elevan en exceso el tono de voz durante todo su alegato o interrogatorio, en un intento de intimidar al testigo u oponente. No suele ser una práctica que tenga resultados favorables cuando no se utiliza correctamente.
Entonces, ¿cómo debemos utilizar nuestro lenguaje no verbal en Sala?
El LNV, esto es, lenguaje no verbal, nos muestra unos conceptos generales que se pueden aplicar a todas las disciplinas, incluyendo el Derecho. Aunque no hay una norma general, sí existen elementos que podemos y debemos tener en cuenta, tales como el volumen y tono de voz, indicador directo de nuestras emociones, la situación y movimiento de nuestras manos, que han de estar siempre a la vista, etc.
En nuestra profesión, las manos son esenciales para transmitir y recibir información. Si nuestro contrario se frota las manos cuando está terminando sus conclusiones o al final de una reunión, nos está transmitiendo su sensación de triunfo. Si muestra/mostramos las manos unidas, puede/podemos estar comunicando su/nuestra frustración.
Otro elemento importante es la mirada. No entremos nunca en una Sala de Vistas con la vista en el suelo, debemos mirar tanto a las personas que están dentro como a las que acceden posteriormente, si ya nos hemos sentado en el estrado.
El Centro de Formación Roleplayjurídico tata de paliar las deficiencias detectadas en la práctica forense, tanto de lenguaje no verbal, como de oratoria.
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